Comandante de la Metib
No deja de sorprender la violencia que se presenta y que marca un estado negativo de los seres humanos, continuos casos de intolerancia evidenciados diariamente y que son conocidos a través de los diversos medios para la difusión de información; un conductor lanzando puntapiés contra un vehículo, un vigilante de servicio privado atacando un habitante del conjunto residencial, una adolescente lanzándose desde un puente para quitarse la vida y el más lamentable de esta semana, la muerte de dos personas por incineración causada a propósito; estos son tan solo unos pocos de los presentados en estos días, pero no sería distante de la realidad argumentar que tal vez se vienen maquinando muchos con similares repercusiones y que podrían estar a tiempo de evitarlos.
Estos actos deben ser totalmente rechazados, inicialmente llevando a cabo acompañamiento solidario a aquellos afectados por individuos atrapados por ese momento de insensatez y/o locura que los llevó a generar daño, así mismo a reflexionar sobre las razones por la cual los seres humanos llegan a tan desastrosa decisión, albergando en sus corazones un instinto animal; obviamente, hay que aclarar que según los etólogos el comportamiento innato de los animales, en su instinto agresivo tiene un carácter de supervivencia. Por lo tanto, la agresión existente entre los animales no es negativa para la especie, sino un instinto necesario para su existencia, evento que no es aplicado al ser humano, máxime cuando se vive en un estado de sociedad, donde los actos deberían ser marcados por un ambiente de sana y armoniosa convivencia.
Ahora bien, vale la pena repetir el argumento frente a eventos que se pueden evitar, no con ello me refiero a realizar hipótesis frente a posibles escenarios de violencia que van a presentar, toda vez que la motivación para el hecho y el instante del mismo no se conoce con exactitud; pero, hacer frente a los factores de riesgo y potenciar medidas encaminadas a fomentar actitudes y comportamientos saludables desde el núcleo familiar para los niños, niñas y adolescentes durante su desarrollo. Se destaca que uno de los mejores ingredientes y/o herramienta es el DIÁLOGO, mayor acercamiento familiar, contrarrestar esos momentos de impotencia y soledad de aquellos que requieren un consejo, un camino diferente, una mano amiga y una visión diferente de un “problema”, es así como se pretende modificar actitudes y comportamientos que se estarían vuelto violentos o corren riesgo de atentar contra sí mismos.
Así mismo, influir en las relaciones personales más cercanas, trabajar a diario para crear entornos familiares saludables, fomentar las actuaciones comunitarias, y si es necesario brindar ayuda profesional y apoyo a las familias disfuncionales. La Policía Metropolitana de Ibagué está para servir a usted y su familia.
DIOS Y PATRIA
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