Espacios perdidos del ser humano

Comandante de la Metib

En su reciente gira por Estados Unidos el Papa Francisco, lanzó un emotivo discurso relacionado con la trampa de las redes sociales y la soledad que conlleva encerrarse dentro de esas plataformas, aseverando que “…una de las principales raíces de un sinfín de problemas contemporáneos, está en la soledad radical a la que se ven sometidas tantas personas corriendo detrás de un like, acumulando seguidores…(sic)”.

Reflexionando sobre ese sentido mensaje y aterrizándolo a la seguridad ciudadana, no está lejos de la realidad, destacando los casos de suicidio que podrían estar relacionados con este fenómeno, donde personas acuden a extraños en la red para exponer sus problemas, algunos con drásticos consejos que conllevan a la muerte; sin dejar atrás la constante de publicaciones de individuos con frases subliminales que pueden manipular el comportamiento, particularmente de niños, niñas o adolescentes, máxime cuando detectar el estado anímico de un individuo por la red es muy elemental; parejas discutiendo, personas ofendiéndose, hijos solos y muchos desadaptados aprovechando situaciones de debilidad para lanzar el arpón de una supuesta ayuda. Se destaca un fenómeno que estaría afectando a la sociedad denomina por algunos como “polis paralela”, haciendo énfasis a las personas que se han ido aislando poco a poco entre ellas para así formar una red de “interacción” digital que puede ser ilusoria, ya que un individuo puede estar escondiéndose de los demás a través de las redes, síntomas peligrosos para la autoestima.

Por otra parte, son varios casos de hombres y mujeres que se arriesgan a tener una cita con alguien que no conocen y muy posiblemente, podría afectar su integridad física y financiera, toda vez que la red sería utilizada por delincuentes para cazar incautos aprovechando en la mayoría de eventos el encanto de las mujeres. Coincido con el aparte del discurso donde señala “ahora, la cultura del mundo actual parece inducir a la gente a no crear lazos con nada ni con nadie”. “Ya no hay cercanía en las relaciones personales”. Que frase tan alineada a una evidente realidad, la comunicación entre las personas cada día tiene menor valor y es precisamente este fenómeno de la mal interpretación de situaciones y la débil capacidad para hacerse entender con el prójimo que conlleva muchas veces a riñas; evento que se detecta a diario con impasses entre vecinos, hay cuadras de barrios que parecen zonas de batalla, núcleos familiares enfrentados y sin polemizar los motivos, el detonante son desacuerdos sin importancia que de tener tolerancia con un buen diálogo no llegaría a extremos de afectación a la seguridad ciudadana.

Se ha insistido que la tecnología bien administrada es una herramienta fundamental para agilizar muchos de los procesos que se realizan a diario, entre estos disminuir distancias entre allegados, realizar infinidad de consultas para llenar vacíos de conocimiento (invito a los jóvenes a visitar las bibliotecas con ambientes adecuados para absorber conocimientos), pero, cuando se abusa del mundo virtual, lo único que se alimentará es la soledad y el distanciamiento entre las personas. Los exhorto para que se esparza y alimente la semilla del diálogo, de la sana costumbre de charla en la mesa (sin celular), motivando a fortalecer los lazos de amistad y familia, sintiendo el calor de esa persona que está cerca, ya no se puede seguir siendo un ente invisible para los demás. Un mensaje para aquellos que caminan y chatean al mismo tiempo, algunos que no pueden despegar sus dedos del equipo móvil, una frase muy coloquial, ojos abiertos, oídos despiertos. No le de papaya a la delincuencia.

DIOS Y PATRIA.

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