El crecimiento desorganizado, la obsolescencia física, el incremento demográfico, la llegada de nuevos inversionistas y grandes superficies y la transformación obligada, no planeada, que ha sufrido el Municipio, han marcado la orientación de las políticas públicas gubernamentales para atender las situaciones problemáticas que han rodeado nuestra historia reciente.
El problema del agua no admite ni soporta más dilaciones en su solución. La terminación del acueducto complementario; la necesidad de inversión en infraestructura hídrica que garantice la captación, almacenamiento y tratamiento de agua pura, la recuperación ambiental integral de la cuenca del Combeima, el cumplimiento al documento Conpes 3570 de 2009, mediante el cual se establecen estrategias de mitigación del riesgo en la cuenca del río Combeima para garantizar el abastecimiento de agua en la ciudad de Ibagué, el fortalecimiento institucional y financiero de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado Ibal S.A. ESP, y la recuperación de las redes de suministro que permita un efectivo control de pérdidas de agua no contabilizada, son algunos de los componentes para la solución de esta crisis hídrica en el corto, mediano y largo plazo.
El proceso de revisión y ajuste excepcional del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) no da más espera.
Temas como la redelimitación del perímetro urbano de la ciudad, la evaluación y revisión del tratamiento de los usos de suelo actuales, la definición del mapa de estudios de riesgos y amenazas, las afectaciones y medidas de protección de las cuencas y microcuencas hídricas que bañan el municipio, la necesidad de generación de espacio público efectivo para los ibaguereños, la microzonificación sísmica, la adopción e implementación de instrumentos de gestión territorial efectivos, la articulación con los Planes de ordenamiento comunal (POC), el cumplimiento de los estándares de habitabilidad y la determinación de los componentes en materia de movilidad, sistema estratégico de transporte e infraestructura vial, son, entre otros, componentes fundamentales de la agenda que deberá discutirse en el proceso excepcional de revisión.
Los avances en Movilidad e infraestructura vial estarán supeditados a la capacidad administrativa, técnica y política del gobierno municipal, que permita la obtención del Documento Conpes de la movilidad para el Sistema Estratégico de Transporte Público del Municipio de Ibagué.
Mucho se ha especulado sobre el Setp y su fase piloto pero, a la fecha, sigue pendiente llevar a cabo la actualización de los estudios exigidos por el Departamento Nacional de Planeación. Llevamos más de 20 años sin que se planee el diseño y construcción de una nueva alternativa vial para la capital tolimense.
La seguridad ciudadana y el orden público deberán ser objeto de una mayor atención por parte de la Policía Metropolitana y las autoridades locales. Para nadie es un secreto que el 2012 estuvo marcado por una docena de actos terroristas, múltiples sicariatos y una gran cantidad de hechos delincuenciales relacionados con hurtos y fleteos, que marcaron la pauta en la percepción de inseguridad que hoy sentimos los ibaguereños.
No puede permitirse nuevamente la existencia de zonas vedadas para la fuerza pública, es allí donde se hace necesario fortalecer la presencia institucional y la operatividad policial. La inseguridad sigue latente, y así las encuestas digan otra cosa, deberán duplicarse los esfuerzos si queremos avanzar en la historia logrando un verdadero desarrollo integral de nuestra ciudad.
Empieza un nuevo año y hoy, como hace dos décadas, cuatro siguen siendo los ejes principales de los cuales dependerá el desarrollo de nuestra ciudad y que a la fecha siguen pendientes por cumplir: 1- Agua, 2- Planeación Urbana y Desarrollo Territorial, 3- Movilidad e Infraestructura vial y 4-Seguridad.
Credito
CAMILO E. DELGADO HERRERA
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