Tan Kang como siempre

Fuad Gonzalo Chacón

Justo ahora que la literatura de Han Kang se toma las estanterías de todas las librerías del planeta
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y en las plataformas de segunda mano en nuestro idioma los ejemplares de sus obras impresos por la extinta Editorial Rata deambulan por el mercado cotizándose a precios desorbitados, el semanario The New Yorker alimenta nuestra ansiedad literaria con “Heavy Snow”, un extracto de “Imposible Decir Adiós”, el más reciente texto de la ganadora del Nobel que verá la luz en diciembre junto con una reedición a gran escala de “Actos Humanos”. 

Por suerte para sus fans, en este abrebocas nos encontramos a una Kang dueña de su disciplina que hace pie en los temas con los que tan cómoda la hemos visto en otras publicaciones.

Kyunga recibe una llamada de Inseon, su amiga fotógrafa quien desde hace años ilustra sus artículos para una revista, para pedirle que vaya hasta Jeju, su isla natal a 500 kilómetros y un avión de distancia de Seúl, para alimentar a su periquito Ama, pues ella acaba de sufrir un horrible accidente con una sierra en su taller de carpintería y está hospitalizada. Durante la narración de esta invernal travesía no sólo habrá tiempo para ahondar en el vínculo afectivo que las une, sino que también exploraremos temas inquietantes como las vicisitudes de la amputación y otros menos viscerales como las sutilezas del dialecto nativo (imposible de disfrutar para los que no hablamos coreano), el enigmático misticismo de las madres y, por supuesto, la tempestad silenciosa que es la nieve.

Y aquí es donde todo empieza a conectarse, pues resulta inevitable no detectar conexiones entre esta obra y parte de su catálogo anterior. La más fuerte, sin duda, es la poderosa presencia del color blanco. Desde la palidez de las heridas de Inseon, hasta las plumas de la mascota en aprietos, muchos de los elementos mencionados por Kang en aquellas pocas páginas fueron capítulos independientes que tuvieron desarrollo en “Blanco”, para mí su mejor libro y el menos conocido, aunque fue finalista del Booker Internacional 2018. “Ciudad Blanca”, “Helada”, “Copos de Nieve”, “Tormenta de Nieve”, “Luna” y “Pájaros Blancos”, entre otros, ayer eran meros títulos aleatorios, pero hoy van esbozando la silueta de un mapa encriptado que conecta una novela con la siguiente.

Por supuesto, como no podía ser de otra forma, también vemos trazas de su texto más famoso, “La Vegetariana”, particularmente en la actitud Bartleby que evoca su protagonista, aunque sin llevarlo a sus mismos extremos. Así, tanto Inseon como Kyunga tienen instantes de introspección donde cada una se pregunta qué pasaría si simplemente renunciaran a lo que se espera de ellas, una a recuperar la sensibilidad en sus dedos reinjertados y la otra a llegar a tiempo para rescatar a Ama. Instantes fugaces rápidamente sofocados, bien por el instinto o el deber moral, donde la luz del inmortal “Preferiría no hacerlo” de Melville parece brillar de fondo.

De momento, “Imposible Decir Adiós” parece que nos traerá a una Kang tan Kang como siempre y eso es suficiente para pasar unas Navidades literariamente tranquilas.

Fuad Gonzalo Chacón

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