¡Qué pena!

Camilo González Pacheco

Los resultados de la elección al Congreso, con 19 Senadores y 15 representantes a la Cámara pertenecientes a fuerzas alternativas, evidencian la existencia de una franja electoral de opinión, contraria a la de las maquinarias y la mermelada, que participa en los debates electorales más por convicciones humanistas, pluralistas, ciudadanas y democráticas que por pasiones sembradas en odios y venganzas.

En este contexto, con el apoyo a Mockus, Bogotá demostró la vigencia mayoritaria de ese voto culto de opinión, que se presenta también por determinadas épocas en otras tres o cuatro ciudades capitales, que de cuando en cuando sorprenden con la sana y refrescante elección de alcaldes liberados de las ataduras del clientelismo, la politiquería y la corrupción.

Por lo general, en las elecciones unipersonales de alcaldes, gobernadores y Presidente de la República, se presenta con mayor incidencia el voto de opinión, que en los debates electorales de elección al Congreso. De ahí la importancia de la votación de Mockus para el Senado con sus 536. 252, y en especial los 325.433 alcanzados en Bogotá, que le dieron el primer lugar en esa contienda electoral en la capital.

No ocurre lo mismo, por estos lares. En el Tolima, como región, juega poco el voto de opinión en las elecciones al Congreso. A pesar de tener a nuestro coterráneo Jorge Enrique Robledo, como el mejor Senador de la República, y quien sólo alcanzó en el Departamento en las pasadas elecciones 5. 931 votos, solo el 2.62% del total de su votación de 226.099 electores. ¡Qué pena y vergüenza, sentimos como tolimenses, con Jorge Enrique!. Aquí sacó más votos que él al Senado, personajes como Juan Samy Merheg (6.003), Esperanza Andrade de Osso (5.998), para no hablar de Álvaro Uribe con sus aplastantes 26.817 votos.

Las mayorías electorales en el Tolima, están apoyadas como siempre en los viejos estilos de la politiquería tradicional. Muy poco de voto de opinión. No obstante lo anterior, las fuerzas alternativas van avanzando en el Departamento: 22.000 votos de la Coalición de Alianza Verde y Polo, más los 24.000 de la Lista de la Decencia, suman aproximadamente en cifras redondas cerca de 46 mil votos, que constituye un naciente plante de indiscutible importancia mirando al futuro de cambio político regional.

Sólo un escollo: la eterna y absurda división de la izquierda democrática. Unidos, se habría obtenido representación. El reto entonces, en el Tolima, al igual que en Colombia en estos trascendentales momentos históricos, lo constituye, ante la visible alianza de la derecha, la unidad compacta de la franja de izquierda democrática, para avanzar en paz, equidad y profundización de la democracia. ¡Palabra que sí!.

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