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Esta vez la encuesta se enfocó en los ‘centennials’ (18- 34 años), aproximadamente 12,5 millones de compatriotas, una mitad en condición de jefe de hogar o pareja y la otra en la de hijo, nieto o pariente. Se realizó en 10 ciudades comprendiendo sus áreas rurales. Les compartiré los datos más relevantes. Comencemos reseñando la evolución política de esta franja etaria entre enero de 2020 y noviembre de 2021. La pandemia y el paro esfumaron indiferencia y desinterés político. El rango “ninguno, no sabe no responde” desapareció, al pasar del 38 % al 0 %. La tendencia política centro lo captura, creciendo del 25 % al 58 %, seguida por la izquierda que pasa del 15 % al 24 %, mientras la derecha sube del 17 % al 18 %. En la región Norte la identificación con la derecha es poderosa: 37 %; en la Central con la izquierda: 34 %; el centro es muy sólido en las zonas Oriental y Occidental: 67 % en ambas. En lo relativo a sus sentimientos: alegría, sorpresa, tristeza, miedo e ira son, en su orden, los más representativos. Los políticos les inspiran desagrado al 38 %, desilusión al 33 %, frustración al 23 % y rabia al 20 %. Son más inconformes los centristas que los izquierdistas. Las instituciones que les generan menos confianza son los partidos políticos, el Congreso de la República y la Presidencia con rechazos del 71 %, 73 % y 72 % respectivamente. La inseguridad en las calles intranquiliza al 52 %, pero el 69 % desconfía de la Policía y el 47 % de las Fuerzas Militares. La corrupción preocupa al 43 % de los jóvenes de clase media, algo menos en los estratos bajos (33 %) y altos: 31 %. La falta de empleo alarma al 54 %; quizá por esta razón el 84 % consideren fundamental que los candidatos sepan de economía, 80 % de temas sociales y 77 % que tengan amplia experiencia política.
El 67% no ha definido su voto para presidente, 82% para Cámara y 81 % para Senado. No obstante, quienes piensen que azuzando la polarización salvarán al país del populismo se equivocan. La intención de voto de los ‘centennials’ para el 2022 es esta: por la izquierda: 20%; por la centro-Izquierda: 17 % (sumados 37 %. Por el centro 21 %. Por la centro-Derecha: 15 %, por la derecha: 12 % sumados 27%). No votarán 16%. Los centristas, bajo presión, se inclinan hacia la izquierda.
La juventud sondeada representa una cuarta parte de los votantes colombianos y expresó, en un 75 %, que le apostará al cambio. Solo el 8 % es amigo de la continuidad.
Colombia necesita un Centro ético, respetuoso de la libre empresa, que sepa más de economía que de ideologías desuetas, y capaz de expulsar del templo de la democracia a los clanes político- familiares que tienen secuestradas nuestras instituciones. Clanes que ya se acomodaron en los extremos para continuar el saqueo del erario y la burocracia estatal, con sus viejas clientelas, cualquiera que sea el resultado electoral.
No es sino mirar al Tolima para comprobarlo.
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