Elecciones en Estados Unidos

Gustavo Galvis Arenas

El primer presidente de Estados Unidos, George Washington, no fue miembro oficial de ningún partido político, pero seguía las ideas de los federalistas.
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Esperaba que no se formara ninguna división política para evitar conflictos. Sin embargo, como es natural en cualquier grupo de personas con diferentes opiniones, entre sus más cercanos se establecieron dos vertientes que vinieron a formar las bases para los futuros partidos. Por un lado estaba el grupo liderado por Alexander Hamilton, federalistas que buscaban los intereses de la región urbana y comercial del país, defendían la creación de un banco nacional, el cobro de aranceles a los productos importados y estaban a favor de la Gran Bretaña. Por otro lado estaban los partidarios de Thomas Jefferson, quienes buscaban favorecer una economía agrícola, se oponían a los aranceles y a la creación de un banco nacional y propendían por la independencia total y en todos los sentidos de la Gran Bretaña. Este último grupo representaba los intereses del sur esclavista y agrario, simpatizante de Francia y como ya dijimos, totalmente anti-británico. 

Los dos partidos iniciales desaparecieron y dieron lugar a los actuales partidos Republicano y Demócrata. En 1.814 desaparece el partido Federalista y surge el partido demócrata. En 1.854, el antiguo partido Whig o el Partido Demócrata-Republicano, se empieza a llamar simplemente partido Republicano siguiendo los designios de Thomas Jefferson. A través de los años, con diferentes personas, diferentes contextos y algunos años con la presencia de partidos con menor participación electoral, las contiendas electorales en Estados Unidos continúan definiéndose entre los mismos dos partidos planteados desde 1.854.  

En el 2024 las dos tendencias electorales van claramente más allá de las ideologías de los padres de la patria estadounidense. El partido republicano nos presenta a Donald Trump, expresidente, multimillonario, empresario y muy controvertido. Su plan de gobierno -del cual trata de desmarcarse, con fines electorales- se ha llamado “Proyecto 2025”. Los principales puntos son: “La expansión de los poderes presidenciales, la imposición de mayores restricciones al aborto, la definición de recortes en políticas ambientales, el aumento de la financiación para el muro en la frontera y una visión contrapuesta a los  aranceles”. Después del retiro de la candidatura del presidente Joe Biden por razones médicas, el partido Demócrata tiene como candidata a la ex Fiscal Kamala Harris, mujer de padre jamaicano y madre de nacionalidad india. Con una hoja de vida impecable, Harris propone “la reducción del precio de los medicamentos, la condonación de los préstamos estudiantiles, la eliminación de las tasas basura, una posición menos dura frente al control de la inmigración, la reducción de la contaminación climática de Estados Unidos, el apoyo al aborto, el alto al fuego entre Israel y Gaza, guerra que cataloga como una catástrofe humanitaria”.

Analizar los partidos tradicionales en los Estados Unidos nos hacen reflexionar sobre qué conviene más a un país: ¿dos partidos políticos estables a través de la historia? o más bien muchos partidos políticos cambiantes y novedosos pero inestables, como sucede en muchas democracias del mundo.

Gustavo Galvis Arenas

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