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La necesidad de vincular a cargos de alto nivel, a sujetos que ostenten la formación, experiencia y trayectoria para el logro pertinente, oportuno y transparente de las funciones que asume, son una urgencia.
La ineficiencia en algunas unidades laborales, tienen relación con el conocimiento, que necesariamente se construye en la confluencia teórica y empírica, ante todo, para aquellos cargos que exigen ordenación del gasto que se relaciona directamente con lecturas de presupuestos y conocimiento pleno de la contratación, así se cuente con los asesores necesarios.
Quienes aceptan fungir como supervisores o interventores, muchas veces desconocen su inmensa responsabilidad disciplinaria, pecuniaria y/o penal, si fuere el caso; sin embargo, se toma como una función más y muy ligera, sin comprender la responsabilidad en el cuidado de lo público y en consecuencia, los procedimientos establecidos incluso, cuando simplemente deben comunicar que están de licencia, de vacaciones, de permiso, hecho que les prohíbe firmar durante ese lapso.
Los saberes previos de los profesionales en las distintas disciplinas, dejan al descubierto, grandes vacíos que los llevan a la comisión de errores algunas veces gravísimos, que según el Código Disciplinario Único, son sancionados con destitución e inhabilidad para ejercer cargos públicos, cuando esta Ley aplica, por la condición de servidor público que ostenta.
Sin embargo, en muchos casos, personas de la más ingrata recordación como el corrupto delincuente de cuello blanco, Orlando Arciniegas, que con pleno conocimiento jurídico, con la experticia que lo caracterizaba y el pensamiento doloso que hizo parte de sus actuaciones y que arrastró consigo a personas que no merecían caer en trampas penales. En este caso le faltó la formación ética para que hiciera parte de las decisiones que orientaría este sujeto, que debiera ser declarado persona no grata para el Tolima y Colombia.
Entonces, es muy urgente la búsqueda de formar desde las necesidades laborales en todas las profesiones, la necesidad de cumplir con la inducción necesaria para quien asumirá unas funciones en desarrollo de un cargo por sencillo que sea.
La urgencia de que se entienda que los hechos cumplidos, que la posición de garante, que el manejo de recursos, la garantía de los derechos, el respeto por el otro, el delegar unas funciones, la responsabilidad que no se pierde, el manejo financiero, los procesos de contratación, el desempeño laboral en el campo educativo, de la salud, del derecho, de las ingenierías, en fin, de todo aquello que es susceptible de ejercer desde un cargo, se convierte en una gran responsabilidad, que puede ser peligrosa por acción o por omisión.
Para concluir, debe formarse para la aplicación de conocimientos en el ámbito laboral, necesariamente.
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