Sustancias ilegales adicciones y dosis unica (II)

Pablo Isaza Nieto

En columna pasada se hacía un análisis sobre el grave problema salud pública por la incidencia de las adicciones a sustancias lícitas (alcohol y tabaco) e ilícitas (marihuana, cocaína, opiáceos, anfetaminas, inhalantes), partiendo de la base científica de saber que la adicción es un trastorno mental, una enfermedad, suficientemente estudiada. ¿Qué produce esta enfermedad? Los comités de expertos de la Organización Mundial de la Salud han estudiado suficientemente el trastorno. Quien es tal vez la máxima autoridad, la Dra. Nora Volkow MD, psiquiatra de investigación y científica directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (Nida) en los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos, ha profundizado en lo que sucede en el cerebro humano cuando una persona sufre de adicción a sustancias ilícitas, utilizando imágenes del cerebro para investigar los efectos tóxicos y las propiedades adictivas de las drogas ilícitas.

A lo largo de gran parte del siglo XX, los científicos que estudiaban el abuso de drogas trabajaron a pesar de poderosos mitos y conceptos erróneos sobre la naturaleza de la adicción, los cuales atribuían a la maldad de la persona. Cuando la ciencia comenzó a estudiar el comportamiento adictivo en la década de 1930, se pensaba que las personas adictas a las drogas tenían defectos morales y carecían de fuerza de voluntad. Esas opiniones dieron forma a las respuestas de la sociedad al uso indebido de drogas, tratándolas como un fracaso moral y no como un problema de salud, lo que llevó a hacer hincapié en acciones punitivas y no preventivas y terapéuticas. Hoy, gracias a la ciencia, las opiniones y respuestas al uso indebido de drogas han cambiado drásticamente. Los descubrimientos innovadores sobre el cerebro han revolucionado comprensión de la adicción a las drogas, permitiéndonos responder médica y eficazmente al problema.

Entrando en el campo de la medicina, es necesario explicar que el enfermo de adicciones sufre toda clase daños a la salud: iintoxicación aguda, síndrome de dependencia, síndrome de abstinencia con o sin delirium, trastornos psicótico y amnésico. Son los resultados de su enfermedad y no por baja moral o falta de voluntad como se pensaba en el pasado.

En algunos países, a falta de circunstancias agravantes, la ley no permite el encarcelamiento en caso de posesión de pequeñas cantidades de cannabis para uso personal únicamente. En Bulgaria, Croacia, la República Checa, Italia, Malta, Portugal, Eslovenia y España, este enfoque se aplica a todas las drogas, mientras que en Bélgica, Irlanda y Luxemburgo sólo se aplica al cannabis. El castigo no privativo de la libertad suele ser una multa pecuniaria. En Austria, por ejemplo, la Policía denuncia directamente a la autoridad sanitaria y no a las autoridades judiciales la tenencia de drogas de menor importancia (para uso personal) a fin de agilizar la respuesta sanitaria remitiéndolo a un centro de salud.

Fuente: National Institute for Drug Abuse. USA.

Cannabis legislation in Europe. An overview. European Monitoring Centre for Drugs and Drug Addiction.

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