Hacer que las cosas pasen

Jaime Eduardo Reyes

Los gobernantes, al igual que los gerentes, se evalúan por sus logros, es decir por lo que hacen. El político exitoso deja de hablar de lo que pasa y mejor hace que las cosas pasen.
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Hay un libro que me gustaría recomendar a los próximos gobernantes, su título: “Cómo hacer que las cosas pasen. En lugar de vivir hablando de lo que pasa.” Su autor: Guillermo Echavarría, coach de directivos en habilidades de liderazgo, negociación, oratoria, supervisión y estrategia. Es un libro entretenido de leer, su lectura es más bien rápida y sencilla, es un libro que aplica para cualquier proyecto de vida. 

Las reseñas exprés de este un libro lo recomiendan para personas que quieren que empiece a pasar algo diferente en sus vidas. No importa a qué se dedique, ni la edad ni la formación que tenga. La recomendación central es que para hacer que las cosas pasen, es clave que se entrene la creatividad para superar los desafíos y así poder tratar con personas difíciles, decir cosas incómodas de manera constructiva, crecer profesionalmente cuando no reconocen tu valor, superar el autoboicot y la postergación, convertir imprevistos en oportunidades, rehacer tu vida y construir un futuro que te apasione, cambiar más rápido y con menos estrés, e inspirarte para dar tu mejor versión.

Mi curiosidad sobre este tema me llevó a buscar en redes sociales, encontré muchos comentarios que diferentes personas han publicado sobre hacer que las cosas pasen. Voy a compartir algunos comentarios que me llamaron la atención y que fueron escritos por dirigentes, pidiendo la comprensión de los autores por no citarlos. 

Hay personas que no están dispuestas a tomarse el tiempo para aprender, para trabajar y para lograr que las cosas pasen. Una vez más, tomarte el tiempo, hacer el esfuerzo y hacer que cosas buenas pasen es una oportunidad para ti. Las comunidades necesitan una nueva energía, nueva dinámica, un relevo joven, capaz, trabajador y con buena voluntad de hacer que las cosas pasen para el bien de todos. Para hacer que las cosas pasen, mandar no es suficiente. Necesitamos que la gente desate esa proactividad que tiene que ver con su voluntad y su confianza. Hay cosas que solo se resuelven si la gente tiene criterio propio y llega a las cimas más altas del sentido común.

Hace unos días en una reunión en la Universidad de Ibagué el Rector Alfonso Reyes nos invitó a hacer una reflexión sobre nuestro rol en la región. Desde la fundación de la universidad se ha dicho que “estamos comprometidos con el desarrollo regional”, hay muchas acciones que prueban el cumplimiento de este mandato fundacional, sin embargo, el llamado en esta época es pasar del compromiso a involucrarnos; el compromiso está bien, pero es mejor involucrarse. Esto aplica para los gobernantes y sobre todo para los políticos. Para hacer que las cosas pasen no basta con comprometernos, es fundamental involucrarnos, debemos convertirnos en actores de transformación y cambio.

Jaime Eduardo Reyes

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