A la mujer trabajadora

Rodrigo López Oviedo

Pasó ya el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, pero ello no puede ser óbice para que le dediquemos a este preciado ser unas cuantas líneas que testimonien nuestra gratitud y admiración por todo lo que ella ha sido.
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Pero, particularmente, por su maravilloso aporte al desarrollo espiritual y material de la humanidad, pese a las muchas desventajas en que ha tenido que desenvolverse, producto de en un mundo patriarcal y machista como el que hasta hoy hemos tenido.

Para este homenaje, adentrémonos en su historia de luchas y traigamos el nombre de algunas heroínas cuyos hechos las han convertido en ejemplo para ellas mismas y para toda la humanidad, en especial para quienes han sufrido persecución por pensar o actuar de manera distinta a como quisieran los dueños del poder.

La primera en este reconocimiento es Hipatia de Alejandría. Filósofa, matemática, geómetra, astrónoma e inventora, esta mujer es reconocida por el movimiento feminista como paradigma de mujer liberada y por el mundo académico como ícono de la libertad de pensamiento y mártir de la ciencia. Murió desollada en medio de las crudas hostilidades que enfrentaban a cristianos y paganos a principios del Siglo V.

Lisístrata es otro nombre que suele asociarse con las luchas de la mujer, no obstante ser un personaje literario, creado por Aristófanes. Se la considera expresión del carácter pacifista de la mujer de su época, pues dentro de esta comedia lidera una huelga sexual para obligar a los hombres a ponerle fin a la guerra.

Ya en tiempos modernos, Olympe de Gouges fue llevada al altar de los héroes por haber sido guillotinada al reivindicar, en medio de la Revolución Francesa, igualdad de derechos a los de los hombres y revisar el contenido de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, sobre cuya base redactó, en 1791, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana.

Este es tal vez el primero de los documentos en que se propone la emancipación femenina, razón por la cual se la tiene en los primeros renglones del movimiento feminista mundial, al igual que a Flora Tristán, Sor Juana Inés de la Cruz, Virginia Wolf, Virginia Bolten, Rosa Luxemburgo, Clara Zetkin, Frida Kahlo, Simone de Beauvoir, Yoko Ono, Manuela Beltrán, Policarpa Salavarrieta, Manuelita Sáenz y María Cano, nombres que por vía de ejemplo nos dan una idea del inmenso mosaico de personalidades femeninas, a quienes es imposible no tener en cuenta en esta nueva celebración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

A todas ellas nuestros más sentidos recuerdos con motivo de esta importante celebración.

RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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