El cumpleaños de San Bonifacio de Ibagué del Valle de las Lanzas

Manuel José Álvarez Didyme dôme

Mañana lunes 14 de octubre, y ya más cercanos a los 500 como que ya estamos cumpliendo 474 años, conmemoraremos de nuevo la fundación de esta apacible villa acomodada en el paso del occidente al centro del país, que originalmente se denominó "San Bonifacio de Ibagué del Valle de las Lanzas", hermanando en tan extenso nombre, elementos culturales tanto indígenas como Íberos, que más tarde se amalgamarían en lo que hoy llamamos "el ser ibaguereño".
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Ese ser enamorado de su tierra, conforme y apacible en apariencia, mientras no se le convoque al tumulto, o a las fiestas, claro está.

Fue un originario acto, que en nombre de sus serenas majestades, los monarcas de España, hizo el adelantado andaluz Don Andrés López de Galarza, como nos lo narran los historiadores raizales de la mano de Alfredo Bocanegra. para que no nos olvidemos de ello, el cual se produjo sobre una mina de oro en el exacto lugar que hoy ocupa el municipio de Cajamarca, para, un año más tarde, o sea en 1.551 y ante el hostigamiento permanente de los fieros nativos Pijaos, trasladarlo, -dejando atrás el áureo yacimiento-, al defendido paraje, rodeado de montañas y abierto de cara al hermoso y soleado valle que hoy ocupa.

De entonces y ahora, en un discurrir no exento de dificultades, la ciudad, de antaño capital del Departamento del Tolima se ha ido convirtiendo en el asentamiento urbano aproximado de 500.000 habitantes que tratan de aclimatar en sus predios, no sin inconvenientes y sobresaltos, algunos  comercios e industrias menores y rinden culto permanente al arte de Euterpe, la diosa griega de la música, lo que ha llevado a que a Ibagué se le conozca nacionalmente con el hiperbólico apelativo de "la Ciudad musical de Colombia" o simplemente “la musical”, pues en ella “la música se hizo expedito lenguaje como eficaz medio de evocación de los estados de su alma social, con más fuerza que la palabra para resumir la emoción humana", como a propósito de la celebración de una anterior efemérides de su natal “Ibagué, tierra buena…Terra patrum, lo proclamó Juan Lozano y Lozano.

Hoy la ciudad y sus gentes, de la mano de la continuadora de la obra de su primer regidor Don Juan Bretón, la bacterióloga Johana Ximena Aranda, sin renunciar a su romántica tradición, realizan ingentes esfuerzos para salir del atraso en que la han sumido sus “non sanctos” antecesores, buscando convertirla en un gran centro de servicios e ideal sitio de inversión, aprovechando su carácter de punto de confluencia de la zona económica más importante del país y dada su cercanía al mayor centro de consumo: Bogotá.

Lo cual debe llevarnos, -al realizar en esta nueva celebración-, a un obligado balance sobre el desarrollo local de la hora presente y a incrementar el esfuerzo, “todos a una”, con el fin de superar los obstáculos y las actitudes de gentes que en provecho propio han venido afectando su desenvolvimiento, a ver de sacar la ciudad del penoso lugar de atraso y desempleo que en la Colombia actual ocupa:

¡Feliz cumpleaños Ibagué!

Manuel José Alvarez Didyme-dôme

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