El fantasma de la indignación recorre todo el planeta. Desde las revueltas en el Magreb árabe, pasando por las multitudes que han ocupado las principales plazas de varias ciudades de España, Grecia y otros países europeos, hasta los Ocuppy de Wall Street en los Estados Unidos.
La crisis mundial se ha empezado a traducir en un descenso dramático del precio de los productos básicos, en especial del petróleo, que hoy se encuentra bordeando los 80 dólares el barril.