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La pregunta es muy relevante, porque el año pasado hubo 1.5 millones más de desempleados sin ingresos que en 2019, y además porque, según el mismo Dane, un 30% de los hogares no tienen ingresos suficientes para las tres comidas diarias, lo cual indica que el aumento del consumo ha estado muy mal distribuido.
Los economistas hemos planteado algunas explicaciones: Hasta septiembre, el aumento de los precios internacionales del café y la devaluación le dieron a las 500.000 familias productoras del grano $1.5 billones de ingreso adicional. Las remesas del exterior aumentaron en ese periodo cerca de USD 2.000 millones, lo que ha representado un mayor ingreso de unos $8 billones. Son parte de la explicación, pero es claro que solo representan un 10% del aumento de los gastos de los hogares.
Otra posible explicación es la caída del ahorro de los hogares. Según el Dane la tasa de ahorro de los hogares en 2021 fue de 2.2%, mientras que el año anterior había sido del 10.3%; inclusive en el trimestre julio - septiembre de 2021 fue negativa en 0.2%. Una caída de tal magnitud no es usual ni tiene explicación lógica. “La naturaleza no da saltos” decía Alfred Marshall, uno de los padres de la economía neoclásica.
Afortunadamente hay economistas que no recurren a tantas cifras pero si a su observación de la realidad y plantean explicaciones que son tabú para los mismos economistas, que ni se atreven a hablar de ellas. Por ejemplo, el leído columnista Felipe Zuleta escribió en su primera columna de este año, a propósito de la pregunta por el origen del mayor gasto en consumo:
“¿De dónde viene toda esa plata? Parte, sin duda, del sector formal de la economía, pero otro tanto llega, creo yo, de cuatro fuentes ilegales, a saber: narcotráfico, contrabando, corrupción y minería ilegal. De no ser por estas actividades ilícitas, seguramente no estaríamos hablando de esta recuperación económica. Colombia, lamentablemente, se convirtió en la lavandería de dineros ilícitos más grande del mundo. No en vano, para nuestra vergüenza, somos el país que más produce y exporta cocaína. Esa plata entra de alguna manera a nuestra economía.” La explicación tiene mucho sentido. A pesar de los esfuerzos de erradicación de cultivos de coca, parece que la producción de cocaína no ha disminuido. En parte por la resiembra y en parte por el aumento de la productividad, todo estimulado por la devaluación, pues ese es el producto de exportación que mejor responde a la tasa de cambio. Lo mismo puede decirse de la minería ilegal, que también se ha vuelto más rentable por el elevado precio internacional del oro.
No hay estudios recientes sobre el ingreso de dineros ilícitos a la economía, pero en las ciudades si se ven muchos nuevos ricos sin explicación de sus ostentosos consumos distinta a actividades ilegales como las que menciona Zuleta. Este puede ser el eslabón perdido de la recuperación económica.
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