Vuela, vuela, un problema por los aires

Nelson Germán Sánchez

Si el turismo es una de las grandes apuestas para generar empleo, divisas, ingresos y apalancar el cambio para no depender de sectores económicos e industriales como los extractivistas, tal como promociona el gobierno del presidente Gustavo Petro, pues bastante atención y muy rápida tendrá que prestar a uno de los servicios conexos y vitales a esa industria: la aviación o el transporte aéreo de pasajeros, especialmente.
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Una tarea urgente y necesaria para las nuevas cabezas de la Superintendencia de Servicios Públicos, el Ministerio de Transporte, la Aerocivil y las entidades conexas, es precisamente la de revisar y poner freno de una vez a los absurdos excesos en tarifas del transporte aéreo interno en Colombia (que como ya se sabe está entre los más caros de América y del mundo); al pésimo servicio en cuanto a incumplimiento de horarios y rutas –literalmente hacen lo que les da la gana-, la sobreventa de tiquetes con perjuicio evidente para los viajeros y sus itinerarios, las pírricas compensaciones por retrasos o lo que ofrecen a quienes deban esperar ser reubicados, así como las penalidades que aplican a sus usuarios arbitrariamente o la falta de conexiones reales entre una ciudad y otra para abordajes a tiempo. Al igual que el hecho falso de que se promocionen u oferten como empresas de bajo costo, cuando no lo son en realidad.

Invito a todos los lectores para que hagan un sencillo ejercicio de búsqueda de información. Algo tan elemental como indagar en un período y tiempo determinado, por ejemplo, los últimos 8, 6 o 4 meses e incluso las últimas tres semanas, y notarán la enorme cantidad de quejas y denuncias públicas documentadas en testimonios, videos, fotografías y demás sobre la mala experiencia de viajeros de todas partes de Colombia en los aeropuertos y con las aerolíneas. Paisaje común y de todos los días, a lo que poco cuidado le pusieron los anteriores gobiernos y por ende los abusos continúan.

Ese, aunque pareciera un tema menor en el comienzo de una agenda de Gobierno y quizás la legislativa, sin duda tiene una dimensión importante al ser un servicio cada día más solicitado por los colombianos no solo para recorrer y conocer al país, sino en caso de alguna emergencia particular o evitar desgastantes viajes por tierra; como, por ejemplo, el de dos horas y media que se convirtió en cinco o seis en el caso de la capital del Tolima a Bogotá o de quienes quieren atravesar La Línea hacia el Eje Cafetero, el Valle o el Pacífico colombiano, pero se encuentran con que deben soportar un taponamiento de cuatro o cinco horas apenas escalando la montaña, en una distancia de menos de 40 km. Esta mención, solo para seguir con nuestros propios ejemplos de casa.

Las empresas de transporte aéreo colombianas han sido enormemente beneficiadas con gabelas, como la otorgada hace ya varios meses de una tarifa especial para la gasolina específica que utilizan, que se suponía era para reducir el costo de los tiquetes y estimular más el servicio en la clase media, de negocios y familias que quieren vacacionar; pero cuyos beneficios parecieran ser únicamente para las empresas en sus costos, arcas y utilidades, porque no se ha visto realmente la disminución significativa en el valor a pagar por los tiquetes aéreos. Para la muestra un botón de nuestro patio: viajar por aire de Bogotá a Ibagué o viceversa sigue siendo absolutamente costoso. Y no hablemos de horarios, incumplimientos o del estado deplorable de la “bonita” terminal aérea del Perales sin servicios mínimos para quienes llegan o se van o que no cuenta con las aéreo-ayudas de aproximación requeridas. Bueno y eso que tuvimos Director de la Aerocivil regional, pero nada pasó de fondo.

En fin, como escoba nueva barre bien, es necesario que comiencen por hacerlo sobre el servicio público de transporte aéreo de pasajeros y levanten los empolvados y viejos tapetes, les quiten el barro, sacudan y limpien para que se dé un mínimo buen servicio y a precios justos. Vuela, vuela, no te hace falta equipaje, vuela, vuela…..      

 

NELSON GERMÁN SÁNCHEZ PÉREZ –GERSAN-

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