La masiva participación de los representantes de las instituciones académicas, políticas, gremiales y sociales del Tolima en la reunión realizada el pasado viernes en la Universidad de Ibagué, la cual tuvo como objetivo firmar el acuerdo de voluntades para la revisión de la visión Tolima 2025, es sinónimo del alto capital social con que cuenta el departamento y de la legitimidad que hoy tiene dicha visión al haber sido adoptada por la mayoría de instrumentos de planificación del desarrollo local y regional.

Siete años después de esta formulación, desde la academia se planteó la necesidad de revisar la implementación de la misma en los procesos del desarrollo regional, y también porque se han dado varias transformaciones en las distintas dimensiones del desarrollo del país y del mundo que obligan a examinar los resultados del ejercicio prospectivo y de la suerte de los signos vitales del departamento. 

Los Nuevos elementos que justifican la revisión de la visión Tolima 2025 son entre otros, el Concepto de regiones, los TLC, el sistema nacional de Regalías, los Diálogos de paz, y las nuevas apuestas productivas. Hoy existe un arreglo institucional distinto al de 2005, como también nuevas oportunidades.

De las reuniones preparatorias han surgido varias inquietudes que orientaran las discusiones futuras, ¿Cómo se perfilan las apuestas productivas frente a la política comercial colombiana? ¿Cómo entender el proceso de regionalización para un departamento integrado por subregiones? ¿Qué condiciones y capacidades debe desarrollar el departamento para atender los retos que supone una etapa de postconflicto?, entre muchas más.

Además al revisar ciertos indicadores se advierte que al departamento le está faltando algo que le permita tener un punto de quiebre y de aceleración económica. Somos un departamento que se mantiene por encima de las medias nacionales en pobreza y desigualdad, y por debajo de la media en crecimiento.

El punto de partida es La visión planteada: “en el 2025, el Tolima será el punto de encuentro de las posibilidades de futuro de Colombia, que trabaja con ahínco por su consolidación en el desarrollo, en términos de la solidaridad, como actuación en conjunto, para satisfacer intereses en común, y de un ejercicio empresarial asertivo y prospectivo, a la vanguardia de depositarios del conocimiento, de mediadores culturales y de promotores del sentido de pertenencia de una Nación rica en parajes, historia y asentamientos humanos, susceptibles de ser difundidos al mundo. 

Un departamento concebido como vórtice agroindustrial, con principios instalados en el desarrollo sostenible y centrado en las personas e instalado en su real dimensión entre lo rural y lo urbano. Estos principios habrán favorecido el crecimiento económico, para minimizar la pobreza material y de espíritu, y privilegiar la equidad, como resultado del ejercicio de una ciudadanía autónoma, solidaria, y gestora de futuros posibles. 

Desde ya se escuchan aportes al proceso que serán tenidos en cuenta durante el proceso metodológico del año entrante como descentralizar los foros, ampliar la participación, incrementar la agenda, entre otros. La invitación está hecha para que todo aquel interesado en este proceso participe.