En el momento indicado, el presidente Juan Manuel Santos anunció su deseo de proyectar las políticas de su gobierno por cuatro años más, y quién sabe, si las cosas le salen bien, tal vez podría dejar sucesor dentro de cuatro años. El anuncio lo hizo una semana antes de que se cumplan los límites de inhabilidades políticas para funcionarios públicos que aspiren a la presidencia y vicepresidencia.
Obviamente el mundo de la política en Colombia se agitó y en especial por afirmar que lo que se debe reelegir son sus políticas, en particular las lideradas por sus aliados desde los ministerios de Agricultura, Trabajo y Vivienda.
Y como la política se hace marcando diferencias, el presidente Santos empezó con una muy importante; su propuesta no es personalista ni se funda en el caudillismo, e inclusive podría no aspirar a la reelección (posibilidad muy remota). Mientras que la propuesta del Centro Democrático es extremadamente personalista y se basa en la persona del expresidente Uribe (lo que ha impedido que algunos de sus precandidatos se proyecten con mayor impacto hacia la presidencia), la estrategia política de Santos se basa en las sinergias que podrían sumar varios liderazgos.
Esta situación no es nueva. Al inicio del gobierno el entonces recién posesionado Presidente conformó un equipo de gobierno de iguales con el excandidato presidencial Germán Vargas Lleras, el dirigente conservador Juan Camilo Restrepo, y añadió posteriormente a Rafael Pardo, con el fin de sumar las experiencias y liderazgos políticos partidistas de estos. Obviamente pensaba en su gobierno y en una posible reelección futura.
El presidente Santos sabe de política y no cabe duda de que con la reciente decisión logró acomodar muchas fichas. Conformar un equipo en donde estén Vargas Lleras, Óscar Naranjo y María Emma Mejía bajo la plataforma de la fundación Buen Gobierno permite a sectores emergentes y distintos a La U y Liberal llegar a una nueva campaña presidencial.
La otra movida que ya se anunció es el retiro de Sergio Díaz-Granados del Ministerio de Comercio con el fin de presidir el Partido de la U, cargo que desempeñó el mismo Juan Manuel Santos cuando la segunda campaña de Uribe. Este ministro, de origen costeño, tiene a su haber ser uno de los más exitosos y carismáticos del gobierno, fue secretario general de ese partido y es respetado en los sectores gremiales.
Ahora lo que muy seguramente seguirá es concretar el apoyo electoral de la Unidad Nacional. El apoyo de La U y de Cambio Radical está asegurado por obvias razones, y por las toldas liberales, el próximo presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, afirmó que el Partido Liberal se siente cómodo en el gobierno de Santos y ya se escucharon desde esa colectividad voces de apoyo a la reelección de Santos.
La pregunta relevante en este instante es la decisión del Partido Conservador, partido que podría inclinar la balanza para resolver la reelección desde la primera vuelta, y eso lo saben Santos, Uribe y el Partido Conservador.
En el momento indicado, el presidente Juan Manuel Santos anunció su deseo de proyectar las políticas de su gobierno por cuatro años más, y quién sabe, si las cosas le salen bien, tal vez podría dejar sucesor dentro de cuatro años. El anuncio lo hizo una semana antes de que se cumplan los límites de inhabilidades políticas para funcionarios públicos que aspiren a la presidencia y vicepresidencia.
Credito
JAIME EDUARDO REYES
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