Es hora de preparar oficialmente la agenda departamental que se le entregará al próximo presidente de Colombia. Dicha agenda debe buscar crear para el Tolima condiciones que impulse nuevas ventajas competitivas y debe surgir consensuadamente de todos los tolimenses.
La tarea se ha venido haciendo. La agenda del Tolima para las inversiones del Gobierno nacional se está construyendo colectivamente desde hace varios años, sin embargo las inversiones de impacto regional de las cuales hemos hablado por años no avanzan al ritmo que se necesita para impulsar un rápido crecimiento económico en el Departamento.
Los grandes proyectos para el Tolima; el Triángulo sur del Tolima ha perdido el interés para su culminación amenazando con convertirse en un elefante blanco, algunos estudios indican que aún falta una inversión aproximada al medio billón de pesos sin contar con la inversión intrapredial; el proyecto de navegabilidad del río Magdalena para Huila y Tolima no está contemplado en el plan de inversiones del proyecto presentado por Cormagdalena e Hidrochina; y los proyectos del aeropuerto de Flandes y el corredor férreo están prácticamente desahuciados después de los estudios de prefactibilidad. La única obra que está prácticamente culminada es la doble calzada Ibagué-Bogotá y ya se habla de su continuidad hasta Armenia. Esto podría explicar nuestra baja participación del PIB y el poco crecimiento del mismo.
Así las cosas es importante diseñar una estrategia que retome el interés de concluir estos proyectos y que además proponga nuevas inversiones para el Tolima. La demanda pública desde las fuerzas vivas del Departamento debe retomar no solo estos proyectos sino también aquellos que la Visión Tolima 2025 ha identificado durante la última fase de revisión y que hoy expresan el deseo de los sectores productivos.
Desde la VT 2025 se está trabajando la formulación de distintos proyectos que fueron priorizados a través del desarrollo de los foros y talleres con los grupos de interés de los sectores de Agroindustria de alto valor agregado, Logística, Turismo e Industria Cultural, y Ciencia y Tecnología.
Los proyectos que demandan los distintos sectores son; la implementación de agricultura de precisión en el Tolima, el desarrollo denuevos proyectos de producción de energía hidráulica, el desarrollo integral del producto turístico “prado mar interior del país”, el mejoramiento de la infraestructura vial de la troncal cordillera norte y el Anillo Vial del Sur, y la ejecución de la agenda de ciencia, tecnología e innovación, entre otros.
Todos los Tolimenses; el sector público, la clase política, los sectores académicos y de educación superior, y las fuerzas vivas deberemos de manera mancomunada trabajar en estos meses la solicitud formal para la inversión nacional de los próximos cuatro años.
Finalmente, si se logra firmar el acuerdo de paz es importante establecer para el Tolima un mayor esfuerzo de inversión pública y de distribución de la renta nacional que le permita a los municipios pobres caracterizados por una alta desigualdad social superar estos fenómenos.
Este tema merece un capítulo particular en el Plan de Desarrollo nacional.
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