La última encuesta publicada por algunos medios de comunicación la semana pasada da cuenta de la preocupaciones de las personas. Al leer con detalle la misma se puede llegar a la conclusión que los afanes de la gente siguen siendo los mismos desde hace varios años.
Desempleo, inseguridad ciudadana, corrupción, alto costo de vida, salud, educación, entre muchas otras se mantienen con porcentajes muy similares desde noviembre de 2012. Pareciera que la gente no ha encontrado solución a dichas inquietudes.
De otro lado, los retos que plantea estas mediciones a los planificadores del desarrollo y a los formuladores de política son bien complejos debido a que mientras que a las personas los afanan ciertas cosas a los planificadores y a los formuladores otras.
Permítame amigo lector ilustrar esta reflexión de la siguiente manera. La encuesta pregunta de manera espontánea “¿Cuáles considera son los dos problemas del país que más lo afectan a usted y a su familia?”
La respuesta en orden descendente es El desempleo, con 35 por ciento, y la inseguridad ciudadana, con 32 por ciento. Le siguen, en tercer orden, corrupción con el 15 por ciento y el alto costo de vida, con el 14 por ciento.
Las anteriores preocupaciones son, en términos de economistas, del corto plazo. No hay nada que afecte más a una persona en una sociedad como la nuestra que perder su empleo. Esto se entiende por los altos niveles de dependencia del factor de producción conocido como mano de obra. Con la inseguridad ciudadana ocurre algo similar.
Un planificador o un formulador de política pública, pensando en el largo plazo, y coherente con los nuevos enfoques del desarrollo humano, podría asegurar que los problemas que más afectan a los individuos y a sus familias son aquellos relacionados con las capacidades humanas.
Sin embargo salud y educación registran muy bajos niveles, y libertad o democracia ni aparecen. En lo personal, los resultados de este tipo de encuestas me ayuda a saber que quienes pensamos el desarrollo y trabajamos por conseguir soluciones en el mediano y largo plazo tenemos grandes problemas metodológicos.
Así las cosas, los análisis hechos por quienes publican estos estudios muchas veces se quedan cortos. Por ejemplo, uno de los grandes problemas que tiene nuestro país, y del cual es consciente el gobierno ya que han anunciado planes de choque para este fenómeno es el de la falta de seguridad en las ciudades.
Al sumar inseguridad ciudadana, violencia no hay paz, y delincuencia juvenil el porcentaje de preocupación es bastante alto. Según los resultados de esa encuesta un 54 por ciento de las personas consultadas considera que son estos fenómenos los que más lo afecta a él y a sus familias.
Finalmente, aunque la corrupción y el mal gobierno suman 20 por ciento, me sorprende que solo a un tres por ciento le preocupa la pérdida de valores, a un uno por ciento la politiquería y solo un uno por ciento cree que los problemas ambientales los afectan.
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