La paranoia vivida por cientos de Ibaguereños el pasado viernes por una supuesta escasez (que nunca existió) de gasolina en las estaciones de servicio rompió la calma que por lo general se vive en Ibagué, y aunque es difícil de explicar lo sucedido, sí nos deja algunas enseñanzas y reflexiones.
Muchas personas dejaron de hacer lo que habitualmente hacen durante las tardes para ir a surtir sus carros y motos demostrando que en la ciudad muchas personas pueden caer en el caos y la desinformación.
Aún es confuso el origen de la noticia y quienes se afanaron a darla como primicia tuvieron que ir cambiándola a medida que se conocieron los hechos reales de las fuentes oficiales.
Conflicto Laboral en Terpel (no es la única empresa que vende gasolina), Paro Camionero (No se afectó el suministro de combustible durante la época más dura, mucho menos se afectaría al final de este), las estaciones de servicio se sumaron al paro camionero (sólo brindado en Ibagué), plantón contra el superintendente de planta en Gualanday, entre otros fueron los principales argumentos que se dieron para justificar la noticia. Muchos dieron por ciertos los argumentos sin siquiera preguntarse por ellos.
Y aunque los medios desarrollaron la noticia; todo fue una falsa alarma (diría el secretario del interior de la Gobernación), la capital del Tolima tiene combustible para dos días (afirmaría Fendipetróleo), y el plantón (causado como protesta contra un funcionario) fue superado por lo que las estaciones de servicio pidieron calma, los conductores siguieron haciendo largas filas hasta bien tarde en la noche.
Claro, con el comportamiento de los consumidores quienes protestaban contra el funcionario ya advirtieron que de no sacar al superintendente en 15 días van a dejar a Ibagué sin gasolina.
No hay duda de que los medios de comunicación y las redes sociales ofrecen a la comunidad un canal de información rápido y eficiente. Esta capacidad demanda bastante prudencia al dar una notica, previamente requiere verificaciones y diferenciar entre rumores y hechos ciertos. Por supuesto que no deja de sorprenderme como muchas personas dan por ciertos comentarios y noticias en las redes sociales que a leguas se saben que no son ciertas o que solo tienen el propósito de desinformar o calumniar.
Analizando lo ocurrido el viernes, surgen algunas preguntas; ¿Pueden algunos transportadores amenazar la economía de toda una región por un conflicto eminentemente interno?, ¿el Gobierno le pondrá cuidado a esta situación?, ¿qué piensa el Ministerio de Minas y Trabajo con relación a lo ocurrido?. Conociendo este fallo en el mercado de combustibles se debe concretar un plan de mitigación.
Por otra parte, mirando la necesidad de transporte y la inelasticidad de la demanda de gasolina, ¿Qué tan preparada está la ciudad para afrontar la demanda masiva de transporte público?, ¿Qué otros medios de transporte diferente a los tradicionales puede ofrecer la ciudad?, ¿Cuándo se establecerá un sistema que acerque a las personas a sus lugares de trabajo y a los niños y jóvenes a las escuelas y colegios?
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