Los científicos deben buscar la divulgación a través de los medios, de cuanto hacen dentro y fuera del país, esas buenas prácticas deben llegar a oídos de toda la sociedad ávida de temas de alto orden.
Los medios de comunicación caen en extremos algunas veces, desvirtúan individuos, comunidades, ciudades o naciones.
Hoy es el caso ocurrido a nuestro científico bonarense, Raúl Cuero, de 65 años de edad, digno de reconocimiento porque pese a la adversidad, logró prepararse y ser un científico, de raza negra, que da ejemplo a cientos de miles de colombianos.
El diario El Espectador, abrió el debate, a través de uno de sus columnistas por la mirada crítica que intenta disminuir el reconocimiento que merece este ejemplar ciudadano, de envergadura ante la comunidad científica, pero tal vez con sobrevaloración en su obra y hallazgos a nivel de investigación, por los medios de comunicación internacionales, sin que Cuero aclarara.
Sin embargo, queda el mal sabor, por la descalificación que se pretende al explicar que no es tan grande el científico como se había pensado. Qué tristeza que no se reconozca que nuestro compatriota sí tiene méritos sobrados para ser orgullo nacional porque hace parte del porcentaje de grandes cerebros del país y que por ello no es necesario abrogarle logros.
El maestro de la Nacional, que escribe su artículo en el Espectador no puede reconocer la importancia de Cuero, porque creyó que había algo más, tal como lo señalaron los medios, pero acaso no es suficiente con que un ser humano nacido en nuestra tierra, formado por su abuela iletrada, hasta la fecha haya logrado dos patentes aprobadas y otras en proceso de aprobación, reconocimiento de la Nasa y profesor de la universidad, Rairie Wie and M, no es suficiente su avance para que sea portada de revistas y de toda clase de medios.
¿Acaso no es suficiente su obra, para que sea mencionado en todas las escuelas y universidades del país como un modelo a seguir? Claro que sí, y no es necesario sobredimensionarlo porque desde ya es grande y a pesar de lo ocurrido, nadie le quita los méritos.
Queda clara la necesidad de conocer plenamente y en detalle la producción científica, la trayectoria, los reconocimientos para que con suficiente fundamento se divulgue; sin embargo, es maravilloso el ejemplo internacional, cuando hacen despliegue para reconocer los triunfos de colombianos brillantes como Cuero, cuánto requerimos los colombianos de esa capacidad para calificar y valorar con humildad y con emoción los logros de los nuestros.
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