En el recorrido por las calles y en los supermercados de Ibagué, entre otras cosas me inquieta ver adolescentes fumando, en estado de embarazo o con un bebé recién nacido.

Sobre el embarazo en adolescentes surgen muchas preguntas. Entre ellas el del cambio de comportamientos y actitudes de los adolescentes sobre la sexualidad, asunto sobre el cual existe un sistema de información estadística que procesa el Dane desde 2006, para cumplir con mandatos legales.

La encuesta aplicada en 2010 en Armenia, Cúcuta, Quibdó y Villavicencio, aplicada a estudiantes de bachillerato, dio un porcentaje de 32.5 por ciento de adolescentes estudiantes que ya habían tenido relaciones sexuales, las cuales en un 13 por ciento de ellos, ocurre antes de los 20 años de edad, dice el informe del Ministerio de Salud.

En cuanto al embarazo, la Gran Encuesta Integrada de Hogares que realiza el Dane, precisa que de que cada cinco adolescentes entre 15 y 19 años de edad, de las cuales están terminando su bachillerato y posiblemente han iniciado estudios de Educación Superior, han estado embarazadas alguna vez, el 16 por ciento ya son madres y un cuatro por ciento están esperando a su primer hijo.

El Tolima no está entre los ocho departamentos con mayor porcentaje de embarazos de adolescentes, sin embargo es un tema que debe ser abordado en diferentes instancias de las organizaciones sociales, porque compete a los establecimientos educativos, en donde obligatoriamente se debe ofrecer educación sexual y más aún cuando el Departamento ocupa el primer puesto en virus del papiloma humano.

Es asunto de las Secretarías de Salud porque, el embarazo de adolescentes ya es tipificado como un problema de salud pública. Compete, igualmente al Icbf y a las instancias judiciales porque habrá casos de reclamos sobre paternidad, sobre derechos de alimentos e inclusive la comisión de delitos de abuso sexual, violación y explotación sexual.

Definitivamente la cultura de los adolescentes ha cambiado paulatinamente. Pero igualmente debe haber padres de familia, educadores y adultos en general que están obligados a intervenir, dada la creciente ocurrencia de embarazos a temprana edad.

Lo más crítico es saber que un 55 por ciento de las adolescentes que han sido madres, no ha tenido acceso a la educación formal y el 46 por ciento apenas ha cursado la primaria, según lo dice el Ministerio de Salud. Sin embargo, preocupa también, que estudiantes de avanzado nivel universitario caen en un círculo, donde fácilmente se podrá adquirir enfermedades críticas.

Se puede recordar que hace algo más de 20 años, en una reconocida universidad del país, a raíz de la muerte de uno de los estudiantes a causa del Sida, se descubrió que estudiantes y docentes del mismo semestre, eran portadores de la misma enfermedad.