El cambio de los parafiscales y su impacto socia

Marcela Romero Zarta

“El Gobierno Nacional continúa ideando y desarrollando políticas para mejorar la calidad de vida de todos los colombianos”.

Con respecto a la reforma tributaria, específicamente los parafiscales, ya han  pasado varios días desde que empezó a regir el desmonte estos y muchos son los comentarios que se han generado alrededor del tema, pues según el gobierno del presidente Juan Manuel Santos esto contribuye principalmente con la disminución de costos laborales que  permitan aumentar la oferta de empleo, convirtiéndolo en un reto para reactivar la economía colombiana.

Sin embargo, ¿podría esto garantizar que instituciones como el SENA y el ICBF, principales instituciones estatales que sirven de instrumento para el desarrollo social de un país tan desigual como lo es Colombia y las cuales se verán directamente afectadas ante esta medida, puedan continuar con su funcionamiento?

Por ahora es muy apresurado evidenciar unos resultados, pero con las afirmaciones que ha hecho el presidente Juan Manuel Santos a través de varios medios de comunicación se explica que  esta medida no es más que un cambio a la fuente de recaudo donde el SENA y el ICBF no quedarán desfinanciados, sino que, por el contrario, las dos entidades lograrán mejorar años tras año sus presupuestos lo cual garantizará que sus funciones no se debiliten y en el caso del SENA según Gina Parody, directora general, “El compromiso será seguir invirtiendo en la formación con calidad y pertinencia para el trabajo”.

El Impuesto sobre la renta para la equidad (CREE) corresponde a un 9%  que se deducirá del total de las utilidades de las empresas, y este será el impuesto con el que se reemplazará el aporte de parafiscales, los cuales provenían directamente de la nómina de una empresa. Así, esto funcionaría como un incentivo  donde las empresas lograrían reducir sus costos de nómina, se estima que en un 5%,  y así aumentar la oferta laboral. Si bien es cierto, que el gobierno debe generar unos incentivos que reactiven la economía del país, en este caso que disminuya el desempleo, también es importante que el gobierno lo nivele con la educación de su población económicamente activa ya que de nada serviría si se abren convocatorias de trabajo sin que las personas estén capacitadas para ocupar el cargo.

Para ello el SENA ha sido un factor importante, pues para el gran porcentaje de la población esta es la única opción para acceder  a la educación. Por esto es que la noticia fuera tan preocupante, pues llevo a muchos a pensar en la privatización de esta institución si llegara a quedarse sin recursos.

Pero hay que tener claro que estas instituciones, SENA e ICBF,  deben y  seguirán existiendo, pues son las principales herramientas del estado que permiten garantizar los derechos laborales, familiares, educativos, y en especial, los derechos fundamentales de los niños y niñas. Para ello dependerán de la buena administración que le de el gobierno, pues finalmente estas instituciones son el esfuerzo de todo un país hacia un desarrollo sostenible.

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