El “chantaje” del hombre más rico del mundo

No sé como se puede llamar a eso, pero creo que el fin de semana pasado el país asistió a lo que indicaría es un perfecto acto de presión, podría pensar uno, casi un “chantaje” por parte del hombre más rico del mundo hacia nuestro país y su dirigencia. No sé, pero a mí me quedó más o menos claro eso.

El hombre dueño de la empresa de telefonía celular que tiene el dominio y la mayoría del mercado y que podría convertirse en el monopolio más grande de en nuestro país, casi que condicionó la inversión de su compañía a lo que pase en la subasta por la tecnología 4G en el país, según registraron todos los medios de comunicación nacionales. ¡Hágame el favor!

De cederse por parte del Gobierno colombiano a dicho argumento, traído de los cabellos, sería nada más y nada menos que aceptar una especie de “chantaje” diplomático-económico que abriría una caja de pandora en ese sentido para que otros lo hagan.


También, es claro que se olvida contar a los colombianos que el hombre más rico del mundo, cuya fortuna se calcula en más de 65 mil millones de dólares, no viene a hacer favores al país, viene es a ganar y ganar mucho, harto, por montón, a seguir enriqueciéndose; y no en busca de prestar buen y óptimo servicio de forma equitativa, de sacar a muchos de la pobreza, de repartir utilidades, de implementar un enorme programa de responsabilidad social empresarial, de generar miles y miles de empleos bien remunerados que mejoren sustancialmente la calidad de vida de muchos compatriotas. O al menos yo no le leí ni escuché eso en ninguna parte (mis disculpas si fue así). No. Viene por la sencilla razón de que quiere que se deje ganar, de que todo aquel que utilice 4G, de telefonía celular, de mensajes bancarios de texto le aumente su nutrido bolsillo.


El riesgo, y en eso hay que reconocer que el dedo en la llaga lo puso el senador Juan Mario Laserna, acompañado del senador Jorge Robledo, es que los colombianos pobres, de clase media y ricos quedarían bajo el control en sus servicios de datos, telefonía, mensajes y otros, de la compañía del hombre más rico del planeta. Que quiere para él todo, claro.


Ya está claro que en otros países ese cuento de la regulación del Estado, de los controles y demás nada puede hacer frente a la máquina del poder, del dinero, de bufetes de abogados amedrentando funcionarios, presionado a gobiernos con irse y llevarse empresas, buscando cuanta leguleyada exista para alargar decisiones en tribunales etcétera, etcétera y más etcétera.


Por eso, y como ya lo había tocado en este espacio de opinión hace unos días, que bien por la voz de alerta, de protesta y el llamado de atención hacia la sociedad colombiana y el gobierno del senador Laserna que debió descubrir algo muy grande, aberrante y muy inequitativo para el bolsillo de los colombianos de todos los estratos sociales, que generó que viniera en persona el hombre más rico del mundo a tratar de apaciguar el tema y mostrarle los dientes desde nuestro propio territorio. Ahora más que nunca es hora de impulsar esa ley antimonopolio, para evitar que el más rico se haga más rico a costilla de todos nosotros. Y esta no es una discusión mamerta entre capitalismo y comunismo, ni más faltaba. Es un simple acto de responsabilidad con la patria. Y eso sí es claro.

Credito
Nelson Germán Sánchez Pérez -Gersan-

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