Un rayón en las páginas de la historia

Tuve la oportunidad de asistir a un conversatorio con el padre Diego Jaramillo, director de la Corporación Minuto de Dios, quien mantuvo un encuentro con los jóvenes de la ciudad que estudian en dicha institución de educación superior.

El motivo del encuentro fue realmente interesante, no se trataba ni mucho menos de adoctrinar a los muchachos sobre la fe católica o la palabra de Jesucristo, tampoco de hablarles del nuevo Papa Francisco o de la historia y vida del padre Rafael García Herreros el fundador e impulsor de la Corporación -que nació gracias a ese minuto dedicado a hablar de Dios en la radio y luego en la televisión-, sino de dejarles un mensaje frente a lo importante del hacer y el accionar para transformar la realidad del país.
    
De cómo cada quien desde donde esté y según lo que pueda (dinero, tiempo, trabajo, esfuerzo, creatividad, entusiasmo…) puede contribuir enormemente a las transformaciones sociales y a dar un giro en positivo de la vida de los más necesitados de esta nación.

Actos de solidaridad por el otro, de dar ejemplo para poder lograr cambios permanentes en una sociedad como la nuestra donde el relativismo es la filosofía predominante y la mayor amenaza que tienen las presentes y futuras generaciones son la extensión generalizada de la filosofía neocapitalista, al hedonismo, la estética, el individualismo y el conseguir poder por encima de todo.

“La Corporación Minuto de Dios no tenía un centímetro de tierra cuando comenzó, pero quería construir casas para los pobres y escuelas para educar, por eso el padre García Herreros compartía todas sus necesidades y angustias por la radio y la televisión para despertar la pasión y la solidaridad de los colombianos y no olvidarnos de quienes nos necesitan”, dijo el padre Jaramillo al atiborrado auditorio de muchachos.

Invitó a las nuevas generaciones de tolimenses e ibaguereños a educarse porque será la única manera en que cultivarán un espíritu y una mente crítica, que como profesionales les permitirá buscar soluciones frente a las desigualdades y necesidades que padecen miles de compatriotas. Siempre habrá lugar a tener un Ibagué, un Tolima y una Colombia mejor, les increpó.
    
Por último, los invitó a hacer una revisión profunda de su accionar diario y el compromiso con sus familias y la sociedad en la que viven, les recordó que todos estamos en la obligación de dejar así sea un rayón en las páginas de historia de los libros de Colombia, para que el paso por este mundo tenga pleno sentido y podamos sentirnos satisfechos y realizados de seguir siendo seres humanos y no “maquinizados”.

Credito
Óptica periodística: Nelson Germán Sánchez Pérez –Gersan-

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