El escritor Harry Quebert decide viajar de New York a Aurora, pequeña población de Estados Unidos en New Hampshire, para escribir una novela. Ahí se enreda con Nola Kellergan, una niña de quince años, con quien comienza una relación amorosa clandestina.
Nola corre la mala suerte de ser asesinada, crimen casi perfecto que sólo después de 33 años de sucedido logra esclarecerse.
Mientras tanto Quebert publica un libro, Los orígenes del mal, que lo catapulta a la fama con ventas millonarias pues la historia del amor imposible que trata conmueve a la sociedad norteamericana.
Resulta que esa historia de amor es la de Nola y él, que sólo se hace explícita y estremece al público cuando el escritor es acusado de la muerte de la quinceañera.
Entonces Quebert es encarcelado y su libro ocultado en las bibliotecas y retirado de las librerías. Es el acabose de la carrera literaria de un escritor que estaba en la cúspide y su obra recomendada como lectura en escuelas, colegios y universidades.
Marcus Goldman, joven escritor que había sido formado por Quebert en la Universidad, lo visita para que le ayude a salir de la página en blanco, del pánico a escribir un nuevo libro, pero el caso de su amigo lo involucra de lleno hasta el punto de llegar a descubrir la verdad para limpiar el nombre de su profesor y amigo.
Esa verdad es el esclarecimiento más esperado de ese secreto que durante tantos años ocultó al verdadero asesino de la niña Kellergan.
Esta historia es la obra del escritor suizo Joël Dicker, publicada en español bajo el título de “La verdad sobre el caso Harry Quebert”. Es una novela que oscila entre el amor y el género policíaco y es, además, el retrato de la sociedad contemporánea, de la situación actual de la literatura, del imperio de las editoriales como pulpos económicos y del deterioro del núcleo familiar.
Es, también, una lección de cómo se escribe una novela.
Es increíble que en 660 páginas logre mantener el interés del lector en un tema cursi, a través de la intriga, del descubrimiento de nuevas pistas, de la investigación por parte de la policía, como si la literatura orientara la realidad, de la aparición de nuevos presuntos asesinos, y un sinnúmero de situaciones que no permiten que el lector abandone el libro en ningún momento.
Sólo cuando se llega al final se descansa, como si el lector se vaciara de preocupaciones y de intrigas, pues es tal la forma como se involucra en la historia que termina tan agotado como el narrador y el policía que acompaña la investigación.
Excelente lectura que recomiendo a quienes deseen gozar la intriga y la aventura.
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