Impresionismo siglo XXI

Titulada “Impresionismo al natural” la exposición está conformada por unos 50 cuadros, en su mayoría de formato pequeño.

“El arte no es un proceso histórico lineal, ni una serie de ciclos irrepetibles e inmaculados, hechos estos constatables mediante la producción de obras que se realizan con bastantes regularidades de manera cíclica”, nos explica el maestro Manuel León Cuartas en sus palabras impresas en el plegable repartido en la exposición.

Con ellas justifica que en pleno siglo XXI exista un artista que utiliza para el desarrollo de su obra el mismo proceso que utilizaron los activos miembros del llamado “impresionismo” en la segunda mitad del siglo XIX.

Recordemos que el nombre surge a partir del comentario despectivo del crítico Louis Leroy ante el cuadro “Impresión, sol naciente”, de Claude Monet, generalizable a otros expuestos en el Salón de Artistas Independientes de París entre el 15 de abril y el 15 de mayo de 1874. En el Salón figuraban los artistas Berthe Morisot, Edgar Degas, Camille Pissarro, Paul Cézanne, Alfred Sisley y Pierre-Auguste Renoir, quienes, por sus afinidades, recibieron el calificativo genérico de impresionistas.

Entre otras cosas el impresionismo no es una técnica pictórica sino un movimiento artístico que nuclea las obras de los artistas que, preocupados por la luz, buscan fijar en el cuadro la impresión de un instante específico, irrepetible, que exige rapidez en la ejecución y un gran sentido del conjunto sin apelar a los detalles.

De todas maneras Manuel León Cuartas tiene razón: nada nos impide hoy retomar esos conceptos y producir obras de impecable factura como lo son las exhibidas en “Viva el arte” por Jesús Hernández. En realidad nos vemos abocados al recuerdo de los famosos impresionistas que hoy se observan en el Museo de Orsay, en París y, salvo dos obras sobre Ibagué en las que la ciudad se convierte en tema, la sensación es reburujar en la memoria para encontrar esos lejanos paisajes impresionistas de los cuales hemos oído hablar tantas veces y hemos visto reproducidos en libros en fotografías no muy fieles a la realidad.

Es una buena exposición que invito a visitar antes de que llegue el cierre pues el trabajo de Jesús bien vale la pena ser apoyado.

Jesús Hernández es psicólogo de la Universidad de Ibagué, Maestro en Historia de la Universidad Nacional y doctor en Filosofía, toda una formación humanística que complementa con su dedicación a la pintura. Su obra la desarrolla en Panamá porque descubrió la maravilla de la luz del trópico para pintar al natural el asombro de la vida sobre a tierra.