Profesor Universidad Nacional.
Con el cierre de las inscripciones de candidatos a Gobernaciones, Asambleas Departamentales, Alcaldías, Concejos Municipales y Juntas Administradoras Locales, comienza en firme la campaña para las elecciones regionales de finales de octubre próximo.
Estas elecciones tienen una gran importancia porque son las que nos permiten elegir a nuestros gobernantes locales, y a los que nos representan en los cuerpos colegiados locales y regionales.
De lo que hagan o dejen de hacer va a depender mucho el cómo funciona nuestra vida cotidiana: si tenemos o no buenas políticas de seguridad ciudadana en nuestros municipios –la seguridad es un tema muy sensible para todos los ciudadanos-, si hay buenas políticas de atención en salud, buena atención a nuestros compatriotas de la tercera edad –cada vez es una población más importante en las sociedades contemporáneas-, si tendremos buena educación en los niveles básica primaria y secundaria, si tendremos buenas políticas de movilidad, que influyen tanto en ciudades mediana y grandes en el desplazamiento de las personas en sus diferentes actividades, si contáramos con buenas políticas de recreación, si vamos a construir espacios de vida donde protejamos el medio ambiente y a las otras especies vivientes, en fin si tenemos o no buenas políticas de desarrollo en nuestros municipios y regiones. Tremenda responsabilidad.
Por eso los ciudadanos tenemos gran responsabilidad en escoger a quienes vamos a elegir para esos cargos. No podemos ser irresponsables de votar sin analizar bien las calidades y propuestas de los candidatos.
Ni tampoco creyendo que son las disputas políticas nacionales reflejados en lo regional y en lo local lo que vamos a tener en estas elecciones. Creo que debe primar, en lo posible, escoger candidatos que por encima de pertenencias partidistas, conozcan nuestros municipios y regiones y tengan propuestas serias para trabajar en función del desarrollo de las mismas. No faltan los que solamente utilizan estos cargos como trampolín para futuras carreras políticas; eso es inevitable, pero debemos escudriñar bien a quién vamos a entregarle nuestro voto y por ahí mismo la responsabilidad de orientar las políticas que afectan nuestra vida cotidiana.
La Registraduría Nacional ha informado que se han escrito alrededor de 108.000 candidatos en todo el país para los diversos cargos que elegiremos, pero también nos ha dicho que se han inscrito más de 2.700.000 cédulas lo cual es un buen indicio de interés de los ciudadanos por esas elecciones, aunque no necesariamente signifique que van a participar.
Una característica que hemos visto en las candidaturas a Alcaldes de ciudades capitales y Gobernaciones es que han primado candidatos que reciben el apoyo de varias formaciones partidistas o por firmas. Lo cual nos dice que no existen partidos o movimientos políticos que por sí solos puedan hegemonizar la política regional o local. Eso es bueno. Porque obliga a formar alianzas, coaliciones, para definir el futuro de nuestros departamentos y municipios.
Pero también nos dice que cada vez es más necesario que para definir las buenas políticas de desarrollo hay que contar con la opinión y las ideas de muchos y no son las ideologías únicamente las que deben primar.
Va a ser muy importante en la campaña los debates que se hagan con los candidatos para que nos digan a qué se comprometen realizar si son elegidos y eso es un indicador muy importante para tomar nuestra decisión al momento de votar.
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