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Las palabras del párroco José Gilberto Galeano Rodríguez fueron muy expresivas, los asistentes, incluso, aplaudieron el homenaje que le rindió el sacerdote de la parroquia Sagrado Corazón.
Ante esta redacción, el padre Galeano aseguró que su amistad fue una bonita oportunidad que le dio Dios, pues a temprana edad aprendió de él y hasta su camino al sacerdocio, en el que recalcó, un honor haberle podio ofrecer sus oraciones por el eterno descanso del alma de 'Manolo'.
“Fue un gran amigo con el que supimos encontrar el servicio, la solidaridad, la seguridad. 'Manolo' fue mi instructor en la Cruz Roja de la que aún pertenezco. Aprendí de él no sólo sus instrucciones, sino encontré ese corazón humilde y sencillo, pero seguro en el caminar.
“Por eso hoy he celebrado la eucaristía con todo el amor de mi alma, y le ofrezco a Dios este servicio para el bien de su alma”, contó el padre.
El padre Galeano contó que las veces que llegaba 'Manolo' de alguna cumbre tenía la oportunidad de conversar y conocer parte de la travesía de la que llegaba y también las instrucciones que recibió en acenso y descenso por cuerda, cruce de ríos, supervivencia y camillaje.
Estas, entre otras palabras, las dijo el párroco que solicitó esta homilía para despedir a su amigo, de quien dijo, “'Manolo' alcanzó su última y más alta cumbre”.
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