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Desde hace un tiempo el emblemático Parque del Mohán dejó de evocar la tradición de las creencias del pueblo tolimense, representado por medio de las figuras de la Madre Monte, el Pájaro de Nido y, por supuesto, La Poira, para convertirse en un lugar donde abunda el hurto, la droga y el vandalismo.
Este hermoso parque, ubicado en el barrio América, en la comuna 10, pero del cual disfrutaban otros sectores, ha ido cayendo paulatinamente en el olvido, al punto de que el lugar es epicentro de múltiples problemas que son inherentes a las dinámicas del sector.
Y es que a pesar de la intervención que realizó la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo en el 2017, en la que se invirtió un aproximado de $195 millones, devolviendo de esa forma el brillo que lo caracterizaba, cinco años después esa aura se ha ido perdiendo.
Inseguridad
El principal motivo que explica el abandono de este espacio por parte de la comunidad, es el tema de la inseguridad, el cual ha obligado a que muchos dejen de visitar a las esculturas, que los niños no practiquen en la ruta de patinaje y que los mayores no se ejerciten en las máquinas del parque biosaludable, por miedo de verse afectados en sus vidas o pertenencias.
“El asunto de la seguridad es gravísimo, las personas tienen miedo de pasar por allí porque siempre algunos lo aprovechan para atracar. En una ocasión los niños estaban en el parque, porque no tenemos muchos espacios en el colegio, cuando pasó un señor con tremendo chuzo (navaja), afortunadamente no pasó nada y ahora nos abstenemos de realizar actividades allí”, comentó Mabel Lozada, rectora del colegio Darío Echandía, el cual queda a unos escasos metros del escenario.
Asimismo, de acuerdo con personas del sector, el Parque del Mohán se ha convertido en el sitio predilecto por parte de algunos para el consumo de sustancias psicoactivas o el expendio de las mismas, pues sin presencia permanente de agentes de Policía, “los inescrupulosos estarían haciendo de las suyas”.
De acuerdo con Urbano Sánchez, presidente de la Junta de Acción Comunal de América, la respuesta que ha recibido por parte de las autoridades, es que por un déficit de pie de fuerza no se puede mantener vigilancia permanente en este punto. “Que pena, pero la comunidad no tiene la autoridad para irse a meter con esa gente, son las autoridades los que tienen que hacerlo. Ya les hemos dicho, ya saben donde queda la ‘olla’ y ya saben quienes son los que rompen la ley”, comentó Sánchez.
Espacios vandalizados
Lo que hace especial este parque, con respecto a los otros de la ciudad, es que está envuelto por un aura mística debido a una serie de esculturas realizadas por la artista colombiana Mercedes Méndez en el año 1976. A su vez, las mismas se encuentran acompañadas de una pista para practicar patinaje y un parque biosaludable que, en la teoría, harían de este lugar, el punto perfecto para el encuentro, la reunión y el esparcimiento.
No obstante, como advierten las personas, el espacio público y la estructura que está dispuesta para el goce de todos, se ha visto sometida a una serie de actos vandálicos que la han ido degradando.
“El parque se convirtió en el sitio donde los delincuentes pueden sacar partes para vender y obtener dinero. Por ejemplo, lo que más se ve afectado es el Polideportivo que está allí, pues se han llevado su maya para comercializarla y así poder comprar cosas indebidas. A su vez, una puerta grande que había en el lugar también se la llevaron, tal y como terminó sucediendo con otros elementos”, comentó la rectora.
Por su parte, aquello que no ha sido afectado por las personas, si se ha visto trastocado por el implacable paso del tiempo, el cual se hace sentir sobre algunas estatuas como la del mohán, la cual muestra rasgos de corrosión por el óxido, o El Nido del Pájaro Macuá cuya estructura se cae a pedazos. Asimismo, es notoria la humedad en algunas paredes y la agreste zona verde.
¿Y la ley?
Debido a que el Parque del Mohán se encuentra aledaño al barrio Claret, han sido históricamente ellos quienes se han ‘echado al hombro’ su mantenimiento y preservación, pues a falta de una presencia recurrente por parte de la Alcaldía, ellos debieron asumir la responsabilidad, en lo que a su recuperación se refiere.
Así las cosas, ellos mismos alertaban a la policía, recolectaban dinero para reparar algún daño y organizaban eventos recreativos y culturales. Según afirman, la única ayuda que recibieron para el embellecimiento de este escenario, como se mencionó, fue por parte de la pasada administración.
Sin embargo, en el Claret se lamenta que el cuidado del parque haya recaído en la JAC del barrio América, pues desde ese momento la intervención que se realizó en un pasado, empezaría a ser menos notoria. Aunado a la presunta falta de acciones de la Alcaldía de Hurtado, el lugar estaba destinado a perder su brillo.
No obstante, de acuerdo a varios funcionarios del gobierno local, aquello estaría por cambiar. Según el secretario de Gobierno, Miltón Restrepo, este sitio será escenario de una intervención por parte de la fuerza pública para garantizar la seguridad en la zona. Sin embargo, no entregó detalles de cuándo y cómo se haría; por su parte, Ibagué Limpia afirmó que una vez se ejecute el plan de recuperación, se llevará a cabo una jornada de aseo y limpieza, más no habrá trabajos de Ornato.
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