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En fechas recientes, trascendió que la candidata Sandra Liliana Salazar, aspirará a la Asamblea Departamental tras recibir la ‘bendición’ del Partido Liberal. El hecho toma relevancia debido a las discusiones que recayeron al interior del Pacto Histórico (PH), colectividad que desde un primer momento cobijó su aspiración política.
Lo anterior, causó varios malestares entre las ‘huestes’ del progresismo del PH, toda vez que su imagen política es ineludiblemente asociada al trasegar de su familia: su tío Emilio Martínez Rosales, ‘cacique político’ de El Espinal; y Rosmery Martínez, actual diputada y madre de la aspirante.
Es menester acotar que, sus primeras aproximaciones al PH se dieron durante su aspiración a la Cámara de Representantes en las elecciones legislativas del 2022, escaño que perdió electoralmente contra la actual congresista Martha Alfonso Jurado.
No obstante, sobre su candidatura recae una ‘sombra’ de inhabilidad por presunta doble militancia, amparada en algunos medios de comunicación bajo las disposiciones del artículo 107 de la Constitución Política de Colombia que establece: “(...) Quien participe en las consultas de un partido o movimiento político no podrá inscribirse por otro en el mismo proceso electoral También se garantiza a las organizaciones sociales el derecho a manifestarse y participar en eventos políticos”.
De lo anterior, se tiene que la candidata a la ‘Duma’ participó en consultas al interior del PH, lo que abre la posibilidad de que lleguen demandas de revocatoria ante su inscripción en la Registraduría.
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