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La colilla de cigarrillo es el desecho más común y ubicuo del mundo. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se consumen alrededor de 5,6 billones de cigarrillos cada año, y al menos el 65% de las colillas de cigarrillo terminan en el medio ambiente. A simple vista, estas diminutas colillas parecen inofensivas, pero contienen sustancias tóxicas como nicotina, arsénico, plomo y formaldehído, que pueden filtrarse en cuerpos de agua y suelos, causando daños graves a los ecosistemas.
El impacto ambiental de las colillas de cigarrillo es alarmante. Cada colilla puede contaminar hasta 8 litros de agua y tarda entre 10 y 12 años en descomponerse por completo. Además, la toxicidad de estos desechos representa una amenaza para la vida acuática y la fauna terrestre, ya que los animales pueden ingerir accidentalmente las colillas, lo que puede provocar intoxicación e incluso la muerte. Además, los incendios forestales causados por el mal manejo de las colillas de cigarrillo representan un peligro significativo para los ecosistemas y la vida silvestre. De hecho, se estima que cerca de 72 mil millones de colillas de cigarrillos se encuentran dispersas en la naturaleza, lo cual refleja una gran irresponsabilidad ambiental.
Existen estrategias innovadoras de gestión de colillas de cigarrillo que están demostrando ser efectivas en diferentes partes del mundo. Por ejemplo, en la ciudad de Vancouver se lanzó un programa en noviembre de 2022 en el cual se instalaron contenedores especiales para la recolección de colillas de cigarrillo. Estos contenedores están equipados con filtros para evitar que los desechos se filtren al medio ambiente, y se han colocado estratégicamente en áreas donde fumar es común. Como resultado, se han recogido más de 50,000 colillas de cigarrillos en solo tres meses, disminuyendo la contaminación.
Otra estrategia innovadora es la adopción de colillas de cigarrillo como materia prima en la fabricación de diversos productos. Algunas empresas han desarrollado tecnologías para reciclar las colillas y convertirlas en productos útiles, como tablas de skate, productos de construcción y textiles. Caso exitoso de la fabricación de un modelo de ladrillo con agregados de colillas de cigarro para mampostería no portante en el año 2020. Donde estos proyectos no solo reducen la contaminación, sino que también brindan una solución económica y sostenible para abordar el problema de la mala gestión de las colillas de cigarrillo. Estas iniciativas demuestran que es posible transformar un desecho altamente contaminante en algo valioso y útil.
En la ciudad de Bogotá, se recolectan anualmente 324 toneladas de colillas de cigarrillo de las calles, lo cual evidencia la falta de responsabilidad tanto por parte de los productores, como de los consumidores y las organizaciones involucradas. Desde el año 2018 la alcaldía mayor puso atención sobre este problema y se generaron programas de educación y concienciación que desempeñan un papel crucial en la gestión de las colillas de cigarrillo. Campañas de sensibilización dirigidas a los fumadores y al público en general para cambiar comportamientos y promover la responsabilidad ambiental. Con la puesta en marcha de la convocatoria de la ‘Red Bogotá Líder’, una estrategia liderada por el alcalde Enrique Peñalosa, que buscaba apoyar y fortalecer los proyectos de jóvenes en Bogotá que trabajaban en beneficio de las comunidades, se logró generar programas educativos en las escuelas, carteles informativos en lugares públicos y campañas en redes sociales, sobre el uso y la mala disposición de los cigarrillos y la generación informativa sobre los peligros ambientales de las colillas de cigarrillo.
La Universidad ECCI ha implementado diversas estrategias para abordar el manejo de las colillas de cigarrillo, enfocándose en investigaciones y alianzas colaborativas. Una de estas iniciativas consiste en investigar la transformación del componente del cigarrillo, el acetato de celulosa, en capacitadores dieléctricos, con el objetivo de encontrar una aplicación útil y sostenible para este material. Además, la universidad ha establecido una alianza con la ONG "No Más Colillas Colombia" para explorar alternativas de transformación de productos que permitan aprovechar y reducir el impacto ambiental causado por las colillas en sus instalaciones. Estas acciones reflejan el compromiso de la universidad con la gestión responsable de los residuos y la promoción de soluciones innovadoras en pro del medio ambiente
Es necesario que los gobiernos establezcan normativas más estrictas y desarrollen programas de gestión de desechos de cigarrillos que incluyan la responsabilidad extendida del productor. Esto implica que los fabricantes de cigarrillos asuman la responsabilidad de la recolección, reciclaje y disposición adecuada de las colillas. promoviendo prácticas responsables como el uso de ceniceros portátiles y la disposición en lugares designados.
La colaboración efectiva entre todos los actores es fundamental para abordar de manera integral este problema. Se requiere un compromiso sólido por parte de los gobiernos, las organizaciones ambientales, la industria tabacalera y la sociedad en general. Además, es crucial promover la educación y concientización sobre el impacto ambiental de las colillas de cigarrillo.
Es importante desarrollar y adoptar tecnologías más sostenibles que beneficien tanto el manejo como el consumo de estos productos. Esto implica buscar alternativas que reduzcan la generación de colillas y promover su reciclaje y reutilización. Estas medidas contribuirán a la creación de un ambiente sano y en línea con los principios establecidos por la Constitución Colombiana.
JAIME ANDRES GIL MORALES
ING. Recursos hídricos y Gestión ambiental
Magister en Salud pública y desarrollo social
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