Ismael Serrano es un cantautor español que ha podido hacer cine, tocar guitarra y hablar de los temas sociales y el desamor con poesías.
Se considera heredero de Serrat y de Joaquín Sabina y es con ese amor por las letras que habla como si narrara, y en dos horas y media de presentación ahora hace una “llamada” a la vida y al amor.
- ¿A qué se debe esta pausa en la gira?
Hemos hecho una pausa en la gira en la que estamos en España para presentar el disco y pensando en las fechas que tenemos en este viaje que nos llevará a cruzar varias veces el océano.
En Colombia estaremos el 4 de junio en Medellín y el 6 llegaremos a Bogotá; venimos con muchas ganas, ya que aunque hemos tenido viajes al resto del cono Sur, acá es la segunda vez que estamos y es todo un reto.
- ¿Cómo ha sido la experiencia en Colombia?
Hace cuatro años vine por primera vez y no creía que mi propuesta tuviera tanta acogida, es como un reto saber si hay un público que la comparte: la primera vez fue una sorpresa porque mi discos y canciones no sonaban acá y, sin embargo, hubo público que conocía las canciones.
- ¿Cuál es el reto esta vez?
Reencontrarme con ellos, sumar nuevo público y crecer. No sé qué hace que haya vínculo entre ambos, pero creo que se debe a mi tradición y como Serrat y Sabina son muy respetados acá y como el género se atiende a la palabra y la poesía y a la propuesta.
- ¿Qué lenguaje usa la música protesta, que puede ser casi tan universal?
Creo que el amor y el desamor son eso que hace universales las canciones, a todos nos duele, nos pesa y nos da igual, así que trasciende las fronteras, todo el mundo cabe allí y se ve afectado por esas pequeñas historias, que con la poesía de los cantautores nos señala a los héroes.
- ¿Cómo ha sido esa mezcla de su historia personal y su música?
Pienso que se debe a mi contexto, mi padre es periodista, escribe versos y eso me ha cambiado la forma de ver mi trabajo y mi música.
- ¿Qué ha cambiado con este nuevo disco?
‘La llamada’ es un disco que tiene un carácter de celebración, de convocatoria, en esta ocasión partí del ritmo para escribir las canciones y por eso tiene ese aire de la canción tradicional y coral que se ve en los estribillos, en la danza que es una reunión.
Creo que afecta también que esté por los 40 años y que ya ves la vida de forma distinta, te cansas un poco de la solemnidad y aunque hay canciones oscuras como el día de la ira; hay otro poco de luz que se debe a la llegada de mi hija, que me hace levantar la mirada y ver el mundo, además de la efervescencia que se vive en España.
- ¿Cómo ha sido eso y cómo afecta el momento social la composición?
Están ocurriendo muchas cosas interesantes, la ciudadanía cobra un protagonismo como hace rato no lo hacía y exige a esa clase política que nota lejos.
Este es un momento de recuperar la autoestima y que nos ha costado como un duelo por etapas para finalmente levantarnos y movernos un poco para hacer.
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