Hablar de relaciones sentimentales duraderas hoy en dÃa puede ser sinónimo de “aguanteâ€, pues lo que se observa en la actualidad son los altos Ãndices de divorcios.
Algunas parejas se separan después de convivir poco tiempo, otras que vivÃan en unión libre, decidieron casarse y se separaron, en fin; lo cierto es que estar acompañado de la persona incluso hasta la muerte, es quizá el sueño de muchos pero la convivencia requiere de sacrificio, esfuerzo y tratos.
El ejemplo
Aracely Arango conoció a su esposo Publio Liced Acosta en una vereda de Cajamarca cuando él iba a comprar algunos productos en el negocio de su progenitora; después de una relación de noviazgo de dos meses decidieron unirse en matrimonio el 8 de junio de 1956.
De ese hogar nacieron siete hijos (cuatro mujeres y tres hombres) a quienes educaron con amor y esmero;, desde entonces han pasado 55 años, su familia ha crecido y hoy tienen 13 nietos. ¿Pero cuál ha sido el secreto para lograr un matrimonio duradero?
Aracely explicó que la tolerancia ha sido la clave principal: “Es mucho aguante de parte y parte (risas), tolerar muchas cosas que en el momento parecen que no se pueden soportar, pues hay otras por delante, por ejemplo, nuestros hijos porque fueron siete que criamos y sacamos adelante.
“Esos hijos nos amarraron mucho a ambos porque fuimos muy responsables de ellos a pesar de ser muy jóvenes, pues nos casamos cuando yo tenÃa 18 años y él 22â€, acotó.
La mujer aseguró, además, que la edad de los cónyuges es importante, ya que el hecho de ser contemporáneos les permite identificarse en sus preferencias.
“Ni él me puede decir vieja ni yo le puedo decir viejo. La edad ha sido un factor de valor; los mismos gustos y otras cosas nos unÃan; además, me considero una esposa ejemplar nunca tuve ni siquiera amigas, me consagré únicamente a mis hijos, en mi casa toda una vida, y él conseguÃa lo que más pudiera para la casa, como los hogares de la épocaâ€, dijo.
Por su parte, Publio Liced atribuye el éxito de su matrimonio a su dedicación al hogar alejado de los vicios.
“Trabajé durante 30 años. Nunca tuve una segunda mujer, ni me quedé por fuera de la casa, no vivÃa borracho; además, no fumo ni juego. Sobre mÃ, pesaba la obligación de sostener esta familia, alimentación, vivienda, salud, estudio, todo lo que se necesitaraâ€.
Los conflictos
Como en todas las parejas, no todo es 'color de rosa', pues Aracely y Publio también han tenido distintos conflictos en medio de su matrimonio.
“A mi esposo le gustó ser un poquito 'callejero' y ahà hubo una disparidad, le gustaba mucho salir desde la mañana, ahora ya ha calmado eso. Son muchas cosas que le he soportado; por ejemplo, no nos entendÃamos en algo que para mà era importante de joven y era la lectura, entonces yo le decÃa venga leemos ambos, pero a él nunca le gustó; me decÃa que no tenÃa tiempoâ€.
Las mentiras y algunas ofensas también han tocado el amor de esta pareja. “No han sido mentiras de mayor importancia las que él me ha dicho, pero también eso afecta y me gusta recalcar lo que pasa; algunas cosas me han dolido mucho, de pronto palabras sueltas que no tienen razón de ser pero que duelen muchoâ€, refirió Arango.
Entre tanto, Acosta entre risas recordó que su esposa es “muy rabiosa y a veces no es tolerante. Pero después recapacita y se pone contentaâ€.
RECOMENDACIONES
Partiendo de su experiencia, la feliz pareja dio algunas recomendaciones a los jóvenes que quieran conformar un hogar.
“En primera instancia, tolerar y luchar titánicamente por sacar adelante a los hijos. Fortalecer los sentimientos que son la base de toda relaciónâ€, afirmó Acosta.
“La fidelidad. Es duro saber que hay infidelidad; sin embargo, se llega a soportar porque hay cosas mayores. Valorar la presencia de ellos (el esposo) pues a veces podÃamos estar, bravos pero si se me enfermaba un hijo entre los dos pensábamos en qué hacer.
“Qué tal en otra compañÃa y no con el padre de mis hijos para tener la confianza de poder decirles que necesitan esto o lo otro. Pienso que para las dificultades hay remedio y el diálogo es muy importante.â€
Consejos
El presbÃtero, Félix GarcÃa Angarita, delegado de familia de la Arquidiócesis de Ibagué, explicó que para que un matrimonio sea duradero debe estar fundamentado en el amor de entrega y no de placer:
“Cuando las parejas se enamoran porque se entregan, se donan el uno al otro, ahà podemos tener una base fundamental. El hombre no quiere entregarse totalmente, entonces es muy complicado tener un matrimonio fuerte. Hoy se le da mucha importancia al placer, algunas teorÃas filosóficas ya están mandadas a recoger en torno a ello; el hombre quiere satisfacer sus deseos y si no lo encuentra en su pareja fácilmente la deja, lo que se considera un amor carnal. Tenemos que pensar en que el matrimonio no es solamente amor carnal sino que lleva otros elementos como la espiritualidad, la reciprocidadâ€.
“El diálogo es fundamental para que la pareja crezca y dure. No un diálogo de las cosas diarias como el trabajo, los hijos etc, sino un diálogo en donde yo llegue a conocer la otra persona, un diálogo de sentimientosâ€.
Finalmente, el religioso dijo que la concepción que se tiene del matrimonio debe ser incentivado desde la infancia: “Tener presente el contexto donde se nace, que desde niño se hable del matrimonio, que se muestre que es posible amar a una sola persona. Si desde niño me dan esa educación y luego se complementa en la escuela, en la universidad, en la iglesia eso ayuda a que el matrimonio sea duraderoâ€.
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