A un año del bloqueo pacífico en la vía Ibagué - Mariquita, efectuado por habitantes de Armero - Guayabal a raíz de problemas de abastecimiento que provocaron cuestionamientos sobre la optimización del sistema de acueducto, tras un daño ocasionado, en su momento, por el invierno, la comunidad realizó un plantón para pronunciarse nuevamente en torno a las dificultades con el servicio del agua.

De acuerdo con Orlando Sepúlveda, presidente de la veeduría Auditoría Visible, quien insistió en que persiste el malestar entre los pobladores, se llevó a cabo una mesa de diálogo en la cual participó Ricardo Ramírez, alcalde de la población, Javier Triana, secretario de Interior del Tolima, Rodrigo Herrera, gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado y Aseo del Tolima, Edat, veedores, entre otros, y derivó en unos acuerdos.   

Así pues, el hombre reseñó que entre los compromisos alcanzados se encuentra la socialización, en 45 días, de la entrega de un diagnóstico de la obra por parte de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Acodal, y visitas de seguimiento para revisar los componentes del contrato. 

Contexto

Sepúlveda recordó que lo estipulado en el acta que resultó de la vía de hecho del año anterior  no se ha cumplido y exigió a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado y Aseo del Tolima, Edat, que recibió las obras en las cuales se invirtieron más de $11 mil millones, se hagan efectivas las pólizas de estabilidad y calidad de obra, de cumplimiento y de garantía de la interventoría.

En este punto, cabe decir, que el Consorcio Acueducto TMS, único proponente, representado por Mario Humberto Marque Llanos, conforme con documentos que reposan en el portal de contratación Secop I, se encargó de adelantar el contrato que tenía por objeto la optimización del Sistema de Acueducto según el Plan Maestro de la población.  

Sin embargo, pese a que la obra tenía un plazo de ejecución de 10 meses contados a partir de la suscripción del acta de inicio, es decir, el 29 de octubre de 2018, con el paso del tiempo, registró cuatro prórrogas que sumaron 13 meses y dos suspensiones. Vale señalar que el proyecto comprendía el mejoramiento de la bocatoma, del tanque desarenador, las líneas de aducción, la construcción  de la red de conducción de aguas crudas desde la bocatoma a la planta de tratamiento, las redes de distribución, micromedición, entre otros.

No obstante, en concepto de Sepúlveda, quien hizo hincapié en que anteriormente contaban con un mejor acueducto, aunque este lleve en operación más de 30 años y sea de asbesto cemento, hoy día varios componentes del proyecto presentan dificultades. Entre ellos, enlistó el de captación, en torno al cual advirtió sobre las especificaciones técnicas en las rejillas. Al tema se suma el tanque desarenador, toda vez que a su juicio se colmata de lodo y grava, lo que obliga a constantes intervenciones.

La comunidad se dio cita en el parque principal de la población. CAPTURA DE VIDEO / EL NUEVO DÍA

Otro elemento es la línea de aducción y la línea de conducción. En cuanto a esta última, dijo: “era cambiarla por una tubería de polietileno de alta densidad de 12 pulgadas de diámetro interior, (pero) pusieron de 8.5 pulgadas”. Asimismo, indicó respecto al tanque de almacenamiento de 1.100 metros cúbicos, al que describe como un ‘tanque de paso’, que “cuando dormimos el tanque se llena, pero a las 8 a.m. no tiene capacidad de reservorio ni del 20%”.

Aunado a ello, la red de distribución despierta inquietudes, “instalaron 14 circuitos en el casco urbano, y esos no funcionan, solo cinco funcionan y cada vez que hay un daño cortan el agua en todo el municipio”, acotó.

“Hay partes del municipio donde el agua no llega, sobre todo los barrios (ubicados en sectores) más altos, la gente de los apartamentos de cinco niveles deben subir agua en canecas”, expuso Sepúlveda, quien expresó que se han pronunciado ante los entes de control, pero indicó que son “archivaduría, engavetaduría, trasladuría y últimamente son encubridurías”.

Incluso, señaló que no se les ha tenido en cuenta a las veedurías, por lo que reveló que la Edat, a su juicio, les “ha dado caramelo”, tanto que trajo a colación el comentario, en tono sarcástico, que en su concepto le habría realizado una veedora: “De tanto caramelo ya se nos va a subir el azúcar”.

En ese orden de ideas, dio a conocer que recientemente solicitaron, mediante un derecho de petición, al gerente de la Edat, Rodrigo Herrera, respuestas ante las intervenciones que, de acuerdo con su relato, se adelantan en la línea de conducción y planta de tratamiento, entre otros asuntos.

Versión de la Edat

Por su parte, Rodrigo Herrera, gerente de la Edat, relató que tras recibir la obra se registró un movimiento en masa y que a partir de allí afloraron los inconvenientes, no obstante, sostuvo que se ha estado atendiendo a los requerimientos.

“Se diseñó una línea de conducción para 45 litros que es lo que da la proyección para dentro de 25 años, hoy día la población se debería abastecer con 35 litros, sin embargo, se ha logrado que entre las dos líneas que hay, la nueva y la vieja, lleguen 60, y hay intermitencia en el servicio porque hay un excesivo consumo”, indicó.

Añadió que entre los inconvenientes registrados afloró el tema de la medición. Según explicó, en la planta está ubicado un macromedidor, el cual opera por medio de energía, y dado que el fluido eléctrico, en su concepto, no es estable, “ha hecho que no marque bien”. 

Ante la petición de la comunidad de hacer efectivas las pólizas, expuso que está a la espera de un dictamen pericial por parte de la Asociación Colombiana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, Acodal, donde “me digan la condición en que está la obra, de diseños, técnica, y lo construido, con el fin que si ha de tener que iniciar un proceso, tocaría iniciarse”.

Tareas que según las veedurías se han adelantado con respecto a la línea de conducción. SUMINISTRADA / EL NUEVO DÍA 

En cuanto a las intervenciones que se han realizado, trajo a colación el ajuste que se llevó a cabo en la nueva tubería. “Como hemos determinado que a la tubería le está entrando aire, hicimos rectificación de la línea por la misma parte donde va, lo que hicimos fue ‘profundizarla’ un poco”.

Igualmente referenció trabajos en la compuerta de la planta de tratamiento. Así pues, comentó que se llevaron a cabo trabajos de mantenimiento “los cuales determinaron que también ha sido mala manipulación, unas válvulas con unos obturadores que si los aprietan demasiado los empiezan a descalibrar, se corrigieron y se arreglaron”.

Y concluyó: “En la medida en que han ido saliendo los requerimientos nosotros hemos ido requiriendo al contratista para que actúe, eso es algo normal que se da en cualquier contrato, lo que más tiene relevancia es el tema de la línea de conducción y sobre ese estamos esperando dictamen”.

¿Qué dice la Contraloría?

A través de un oficio con fecha del 24 de mayo de 2023, como respuesta a comunicación emitida por Leonel Barrero, personero de Armero - Guayabal, la Contraloría indicó que una vez practicadas las pruebas se procedió a aperturar proceso de responsabilidad fiscal en cuantía de $5.111.934.568. Asimismo, precisó, con relación al estado actual del proceso que “se encuentra en secretaria común notificando el auto de apertura”.

Igualmente, recordó que la Contraloría Delegada Sector Vivienda y Saneamiento Básico Gerencia Departamental Colegiada del Tolima, generó una actuación especial, reportándose un hallazgo fiscal por hechos relacionados con el proyecto denominado ‘Optimización del sistema de acueducto según el Plan Maestro de Armero - Guayabal’, contrato de obra No.128 de 2018.

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