En todos los casos el modus operandi es el mismo; una persona contacta al veterinario y dice necesitar sus servicios en zonas alejadas de los cascos urbanos. Una vez en el lugar pactado, reciben una llamada de alguien que se presenta como miembro de las disidencias de las Farc. 

Un médico veterinario que prefirió guardar su identidad narró: “Me solicitaron un servicio de urgencias en el Cañón del Combeima. No tuve problema en movilizarme al sitio. La persona con quien hice contacto me llamaba constantemente y sabía en qué vehículo iba y cómo estaba vestido. Después de pasar el mirador de Juntas por varios kilómetros me llamaron de nuevo”.

La persona que se comunicó con el joven dijo ser un disidente de las Farc. “Era claro que me estaban observando por lo que me decía, y le dí el contacto de un familiar a quien le exigieron un suma de dinero. En un momento me fui a bajar del carro y me dijeron, ‘devuélvase porque o si no, lo matamos’. Ahí me tuvieron dos horas y media mientras una persona vestida de negro me vigilaba, al final entregamos el dinero por mí liberación”.

En redes sociales, también se conoció el caso de Sergio Quebrada, quien fue citado en el mismo sitio para atender bovinos con mastitis. Al llegar al lugar, el médico se encontró con tres hombres armados, de quienes pudo escapar al percatarse de la situación.

Los dos hechos ocurrieron el 29 de mayo, y no fue el único ese día. Jaime Díaz también narró en su perfil de Facebook cómo lo intentaron extorsionar en zona rural de Venadillo.

Misma modalidad

“Un señor solicitó un servicio para un equino con cólico en zona rural de Venadillo, nos dio instrucciones de cómo llegar a la finca. Nos desviamos en la primera bomba del municipio y después de 50 minutos de transitar por una zona destapada decidimos parar”.

Seguido, alguien llamó y se identificó como 'Richard' comandante de disidencias de las Farc, y le entregó a Díaz una descripción muy clara de cuántas personas estaban en su carro.

“Nos ordenó detener el carro, apagar los celulares y luego pidió el número de algún familiar para verificar que no fuera trabajador del gobierno. A mi familiar le dijeron que si no consignaba una cantidad considerable de dinero nos iban a secuestrar y a quemar el vehículo.

Las amenazas y la conversación con este señor continuaron por casi dos horas. Al ver esta situación decidimos prender el vehículo y devolvernos hacia la vía principal donde pudimos llegar afortunadamente sin ningún contratiempo”, contó Díaz.

Aunque nunca tuvieron contacto con una persona de manera física, el hecho de estar siendo observados y amenazados los llenó de temor.

Todos los afectados interpusieron las respectivas denuncias ante las autoridades.

Dato:

Otro veterinario contó que en junio del año pasado lo intentaron extorsionar bajo la misma modalidad en Suárez (Tolima).