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En ese momento no entendí que el envejecimiento de la población es un hecho inevitable, y que muchas veces, al hablar de los adultos mayores, la discusión se enfoca en los costos del sistema de salud o en el pago de pensiones, más no en el movimiento económico que surge alrededor de lo que consumen las personas mayores.
Y es que en el Tolima, según datos del DANE, la población de personas mayores de 60 años ha crecido significativamente y sigue en aumento. En Ibagué este fenómeno es aún más evidente; pero creo nos falta una estrategia clara para aprovechar este cambio demográfico. Si nuestra región entiende que la economía plateada es una fuente de desarrollo y bienestar, estará dando un paso adelante hacia una sociedad más próspera e incluyente.
Lo primero es reconocer que lejos de ser una carga, la población mayor representa un mercado en crecimiento. Tienen experiencia, estabilidad económica y tiempo libre, lo que los convierte en consumidores activos de salud, turismo, tecnología y bienestar. En otras ciudades del mundo esta economía ya está generando empleo y dinamizando sectores clave, por qué no hacer lo mismo.
El Tolima merece más. Merece una economía que reconozca el valor de sus adultos mayores, que les brinde oportunidades y que aproveche su capacidad de contribuir al progreso. Si el departamento y su capital comprenden esta realidad y la impulsan con acciones concretas, estaremos construyendo una región más competitiva, inclusiva y preparada para el envejecimiento de la población, fenómeno que ya están en marcha.
Desde mi experiencia en desarrollo económico, quiero proponer tres acciones que pueden marcar la diferencia. La primera está relacionada con el turismo, nuestro departamento tiene un enorme potencial turístico, por lo que debemos diseñar rutas cómodas y seguras para adultos mayores, con actividades como visitas culturales, termales y caminatas suaves, puede atraer a más visitantes y dinamizar la economía local.
La segunda tiene que ver con el emprendimiento; a veces pensamos que solo los jóvenes son emprendedores, pero no hay que olvidar que los adultos mayores no solo consumen, también pueden seguir aportando. Si le apostamos a capacitación en tecnología y modelos de trabajo flexible, pueden generar ingresos y fortalecer sectores como la consultoría, la artesanía y el comercio digital. La tercera está relacionada con los hábitos saludables, acceso a chequeos médicos y más espacios para la actividad física.
Debemos entender la economía plateada como una gran oportunidad. Apostar por ella significa pensar en el presente y en el futuro, porque todos, tarde o temprano, seremos parte de esta generación, todos seremos viejos.
@albaluciags
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