Uno de los elementos estructurales del desarrollo, en el uso y ocupación del suelo de una ciudad o municipio en el país es el POT, el cual mediante la Ley 388 de 1997 estableció y reglamento el uso del suelo en el ámbito territorial. Sin embargo, los POT han tenido varios limitantes a la hora de su implementación, porque aunque establecen un código de construcción y habitabilidad del suelo, éstos no han podido darle a las ciudades y municipios del país la tranquilidad de armonizar el entorno con las acciones humanas.
POT es la orientación del desarrollo del suelo de la gestión y ocupación futura del mismo, y su mala o buena gestión en el territorio hará que el mismo sea afectado o impactado. Las limitantes actuales en el proceso de desarrollo del POT de Ibagué, no solo pasan por la aprobación en el cabildo local, sino además por una discusión técnica, jurídica y social del mismo para ver las afectaciones e implicaciones financieras, ambientales y económicas del POT en el entorno.
La ciudad de Ibagué se encuentra ubicada en la ribera del río Combeima y su cuenca ha tenido tradicionalmente varios problemas, sobre mitigación de riesgo y abastecimiento de agua para la ciudad, puesto que el 73 por ciento del área de la cuenca (19.900 Ha aproximadamente) tiene pendientes muy escarpadas y onduladas, (Conpes 3570) las cuales favorecen los procesos erosivos y de movimientos en masa, generando un alto riesgo para la población, la infraestructura y las actividades productivas en la cuenca.
Por otro lado, los servicios ambientales ofrecidos por la cuenca en materia de agua son significativos, puesto que el 80 por ciento del agua potable es aportada por el río, con un alto retorno aguas abajo en materia de contaminación, lo cual se evidencia en la gran cantidad de aguas residuales vertidas que implican el deterioro de las condiciones fisico-químicas, lo que conlleva al empobrecimiento de la calidad para el consumo humano.
Los riesgos asociados a las pendientes escarpadas del río han tenido como consecuencia que numerosos grupos poblacionales que habitan la ribera se vean desplazados, puesto que se encuentran en zonas inundables. Este factor debe ser tenido en cuenta por el POT para establecer acciones orientadas a reubicar dicha población y para dar otro uso a estas zonas, como por ejemplo crear espacios recreativos. Estas mismas medidas deben ser tomadas en zonas con pendientes mayores al 45%, dado que presenta inestabilidad en el suelo y por tanto movimientos de remoción en masa (deslizamientos) que puedan causar pérdidas humanas.
De acuerdo con el Banco Mundial, la sostenibilidad de un territorio no se basa netamente en los temas ambientales o ecológicos, se basan en la capacidad de soporte del territorio entorno al uso y ocupación del mismo por parte de los pobladores, la sostenibilidad es entonces una serie de elementos congruentes entre sí que permiten estructurar formas de actuación, ocupación y gestión del suelo, teniendo en cuenta aspectos sociales ambientales, económicos, financieros, jurídicos y de ocupación del suelo. En el caso específico de Ibagué, se debe verificar la forma en la que se va a intervenir la parte alta y media de la cuenca del río Combeima, incluyendo esquemas de uso y manejo de flora, fauna y explotación de recursos pétreos del río, mostrando cómo se van intervenir aquellas zonas álgidas de ocupación y de alto riesgo ambiental, entre otros aspectos de gran relevancia para llevar a cabo un proceso de planeación del territorio.
Para que le POT sea efectivo y una herramienta adecuada de gestión para el desarrollo territorial de Ibagué, la planeación debe cumplir con tres funciones básicas: prospectiva, coordinación y evaluación, y así, a partir de la visión de futuro construida con los pobladores de la ciudad y en coordinación con los organismos de gobiernos locales, regionales y nacionales, tener como objetivo disfrutar y aprovechar de los beneficios de una adecuada planificación.
Por último, el POT debe permitir la evaluación constante de las acciones especificadas en el mismo y abrir espacios para que la ciudadanía dé cuenta de los avances o retrasos en el proceso de consolidación y ejecución del plan, haciendo evidente las implicaciones de la planeación territorial en la vida de los ibaguereños.
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