Triste el espectáculo de mediocridad intelectual, moral e ideológica que sin vergüenza petatean unos supuestos dirigentes “conservadores”, especialmente los que convirtieron la Casa Conservadora en antro de dirigentes que ignoran o mandan al carajo los principios del partido: defensa de la vida, honestidad, solidaridad, rechazo de la corrupción y la violencia, lucha contra la injusticia y defensa de los pobres, entre otros.
Se ríen las buenas lenguas con el cuento de juventudes conservadoras, manejadas por personajes que han mudado de caja varias veces y están llenos de tanto mamar teta de todos los gobiernos.
Se carcajean de dirigentes vinculados al paramilitarismo y a los negociados con los bienes confiscados a los narcotraficantes. Para agarse de la risa del intelectual dizque alfabetizado por decreto y no en la campaña Cero Analfabetismo dirigida por un condenado por robar el instituto Tolimense de Cultura, con la asesoría de quien cobraba por traslados de maestros y ahora pontifica sobre educación.
Dizque el intelectual del cuento consideró un atentado el paquete que le enviaron, que resultó ser un diccionario de la Lengua Española que le sirvió para que un amigo le leyera el significado de “choco”: “perro de agua”. Lo entendió como chiste y se rió. Luego se puso serio. Vainas de quien su producción intelectual no pasa de un rebuzno, tan sonoro como el de los organizadores de un concurso literario ganado por uno de ellos o las asesorías enmosadas en Patrimonio Cultural, los plagios pagados por el Estado, el control ejercido sobre el teje y tumbe del panóptico y el carrusel Dirección de cultura-Festival folclórico en el que engañaron a la artista y gestora cultural Staruska.
Para no mencionar lo que sucede con la corrupción, tema sobre el cual no se ha escuchado la voz de uno de los jefes conservadores, seguramente por instinto de conservación, instinto que los politiqueros –mafiosos blindan botando billetes por votos.
Me pregunto, como conservador por tradición, convicción, formación y por servicios prestados a mi partido y a mi tierra, por qué estos jefecillos no han fijado una posición frente a la injusticia y a la corrupción? Por qué guardan silencio frente al paramilitarismo y el narcotráfico?
Por qué no han salido en defensa del campesino? Por qué no se pronuncian en defensa de la vida y del medio ambiente? Les da temor defender a los pobres? Entienden la importancia de los valores y de la ética? Es tolerable que no se pronuncien sobre cultura, educación y desarrollo humano ya que nadie puede pedir aguacates a una mata de turmas.
Con qué autoridad moral, intelectual y política se ponen de voceros de un partido que han irrespetado (hasta robado) y al que tanto daño le han hecho, tanto o más que al país?
*+.Un folleto “De turismo por el Tolima; Guía Hotelera” pone a Ibagué como Capital Musical y no incluye a la Coral Ciudad Musical. Se ignora el Corredor de Arte Rupestre Purificación-Prado-Dolores-Alpujarra y el Museo de Arte Rupestre de Dolores. El turismo cultural vale más que el de cantina.
*+.Una comunidad sin memoria olvida el pasado y repite los errores. Es por esto que son tan importantes los ejercicios de memoria para la conciliación. Es hacer historia de la mano de los actores, para recordar un pasado y no para generar venganzas, que es lo que muchos temen a raíz d la Comisión de la Verdad creada por los negociadores en La Habana, una comisión a ser integrada por personas de reconocida autoridad moral e intelectual, que si los hay.
Bueno sería, por ejemplo, que el Tolima fuera representado por William Ospina y Antonio Melo. Claro que ya dizque lagartean los vividores del arte y la cultura, los manejadores de academias y otros que reptan donde sea. Pueda ser que Santos no encarame al 8.000 sin elefante, a Serpa, el que le hace pistola por debajo de la ruana al partido liberal.
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