Al mismo tiempo contrató unos estudios para desarrollar minerÃa subterránea, en una zona ubicada "debajo" del páramo. En abril Greystar nombró a Rafael Nieto Loaiza como nuevo presidente de la minera; este aseguró que "no tocará el páramo".
Sin embargo, en mayo, el Minambiente no aceptó el desistimiento de la Greystar (ahora llamada Eco Oro Minerals Corporation) y decidió negar la licencia; lo que implica que la empresa deberá empezar de cero.
En junio la ex Greystar presentó un recurso de reposición al Minambiente; en el que –entre otras- considera "improcedente" la posición del ministerio de clasificar como áreas excluidas de la minerÃa (páramos, subparamos y bosque andino) terrenos en los que se desarrollarÃa gran parte del proyecto rechazado. Es decir, la empresa –contrario a lo afirmado por Nieto- sà persiste en meterse en el páramo. No sabemos si por estos traspiés de la minera, o por las declaraciones anteriores, Nieto fue despedido en septiembre, cuatro meses después de su publicitada posesión.
Estamos esperando la respuesta del Ministerio a este recurso, en un gobierno que parece seguirle los pasos al anterior. No en todo, pero sà en lo relacionado con la aplicación de un anti-modelo de desarrollo que sólo genera más pobreza y deterioro ambiental.
Un mal sÃntoma de lo anterior: Santos nombró de ministro a un personaje que no tiene ningún antecedente ambiental. Amigo lector: si usted fuera propietario de un equipo de fútbol que pierde sistemáticamente ¿nombrarÃa de director técnico a una persona que nunca se ha puesto los guayos ni jugado un partido?
Finalmente, es importante reiterar que la legislación no solo protege los páramos sino también las fuentes de agua potable. Esto, para evitar desastres como el que amenaza a Lima (Perú), por cuenta de residuos mineros similares a los que nos dejarÃan aquÃ… si nos dejamos.
Un despacho de prensa advierte en julio 2011: "Lima estarÃa a punto de quedarse desabastecida del lÃquido, no por ausencia del recurso hÃdrico, sino porque la cuenca del rÃo RÃmac, abastecedora de la capital, está a punto de ser contaminada por una gran cantidad de relaves mineros que causarÃan un daño (irreversible) en el RÃo Hablador".
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