Es frecuente encontrarse con personas pesimistas, que permanentemente están aburridas, que demuestran poco interés por las cosas y que tienen alta capacidad para ver solo el lado negativo de las personas o situaciones.
Es posible que las circunstancias de muchos individuos resulten muy difíciles debido a múltiples razones: la falta de empleo o la inestabilidad en el mismo, las pocas oportunidades para crecer y promoverse, las limitaciones económicas, los problemas con la familia, las carencias, afectivas, los problemas de salud, entre otros, son motivos que hacen ver la vida de un color más oscuro y eso se refleje en la actitud, en la forma de expresarse verbalmente y en el comportamiento con los demás.
Lo anterior, a manera de círculo vicioso devuelve mala disposición de las personas hacia los pesimistas o pobres resultados en la actividad laboral o profesional, empeorando sus sentimientos. Inclusive habrá quienes lo rehuyan porque temen contagiarse de su pesimismo.
Es un hecho que, si a las dificultades que cada persona afronta, adiciona una actitud permanentemente negativa, sus probabilidades de llevar una vida infeliz y amargada serán muy altas y además logrará hacer víctima de ello a las personas de su entorno laboral y familiar.
Por las razones anteriores es imperativo trabajar para ser positivos, y usted puede hacerlo con buenos resultados. Por supuesto debe tener claro que no es fácil ser positivos todo el tiempo, pero es posible avanzar en ese sentido y hoy es un buen momento para reflexionar y poner en práctica algunos comportamientos que pueden ayudarle a sentirse mejor.
* Revise sus amistades y, si es necesario, aléjese de aquellas que puedan influenciarlo negativamente. Póngase a distancia de las personas amargadas.
* Use un vocabulario positivo: no diga, ¿No puede acompañarme?, No se le olvide traerme el libro, No se vaya a caer, diga: ¿Puede acompañarme?, Recuerde traerme el libro, Fíjese por dónde camina.
* Ajuste su manera de pensar, vea lo positivo. Si amanece lloviendo no piense que es una desgracia, piense que el día va estar fresco. Si una persona no le presta el dinero que le solicitó, no piense que es porque “no se le dio la gana”, considere que no tenía la disponibilidad.
* Ríase, aunque sea de usted mismo. Olvídese de aquello de que si se ríe mucho es porque algo malo le va a ocurrir; hágalo con la tranquilidad de que las cosas seguirán bien.
* Disfrute lo positivo que le ocurra y no lo matice con la sentencia de que le han pasado tantas cosas buenas que seguramente ahora vendrá lo malo; o que “de eso tan bueno no dan tanto”. Goce cada una de las circunstancias buenas que le ofrece la vida.
* No haga de sus problemas el tema principal de conversación, no abrume a su interlocutor con detalles minuciosos de sus desdichas, ni se queje permanentemente.
* No se angustie por anticipado. Por ejemplo, no se preocupe por los resultados de la entrevista que va a tener dentro de 15 días, en cambio, ocúpese en prepararse, leer la prensa, conocer sobre la empresa, organizar el traje que se pondrá, etc.
* Olvídese de sentirse la víctima, no consienta pensamientos como que nadie lo quiere, que es feo, que en la oficina le tienen envidia, que sus amigos lo buscan por interés, que sus compañeros abusan de usted, etc. Ello hace que su comportamiento con los demás sea poco amable y defensivo.
* Evite asumir los problemas de los demás. Apoye, ayude, asesore si es el caso, pero no cargue como suyo todo el dolor de cada una de sus amistades y familiares, porque su vida será más difícil y perderá la capacidad de ser un verdadero soporte para ellos.
* Deje atrás las cosas negativas que le ocurrieron en el pasado, ya no las puede modificar; en cambio, esfuércese por utilizar esas experiencias para mejorar su desempeño.
* Recuerde que usted no tiene que ganarlas todas, ni ser perfecto. No se amargue más de la cuenta porque falló en algo o un proyecto no funcionó; mire en qué pudo haber fallado para superarlo.
Nuestro bienestar emocional y el de quienes nos rodean, depende en buena parte de nuestra actitud ante las cosas, de la fortaleza, energía y optimismo con que las enfrentemos.
Pensemos que siempre habrá razones para sentirnos desafortunados, pero también podemos encontrar razones para tener esperanza y ser positivos.
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