Los daños en la malla vial se han convertido en uno de los mayores problemas en la capital tolimense.
Esta situación afecta principalmente a los vehículos que tienen que llevar a cabo maniobras para poder evadir los enormes huecos que abundan por las calles, los cuales afectan también la imagen de Ibagué.
En esta edición se hará mención de los puntos críticos de los barrios El Claret, La Macarena, La Francia, Departamental, Nacional y Villa María, resaltando que muchas de las afectaciones no sólo son el resultado de la falta de inversión por parte de la Secretaría de Infraestructura, sino que también son provocados por los daños en el sistema de acueducto y alcantarillado de la ciudad.
Las afectaciones
Los conductores tienen varias quejas, pues los huecos no sólo son un peligro para el tránsito vehicular (aumentan los daños en la suspensión de los carros), sino que se han convertido también en un foco de la delincuencia.
“En un principio se les aplica un reparcheo a los huecos de las losas. Este remedio resulta peor que la enfermedad, pues no sólo quedan montañas de cemento sino que este se parte y abre otros peores, provocando nuevos y más graves daños en la ciudad”, cuenta Hernán Barbosa, taxista del perímetro urbano.
En el caso de la calle 39 entre 4E y Cuarta Ferrocarril del barrio Nacional, los conductores dicen que atravesar esta vía en cualquier sentido es un laberinto, a causa del deterioro.
Por su parte, sus habitantes dicen que en la zona han ocurrido innumerables robos.
No obstante, han solicitado desde administraciones atrás que las reparen, pero el problema continúa.
Y es el mismo caso para las demás vías afectadas de la ciudad. Un taxista mencionaba que el problema ya no se trata de ‘reparcheo’ sino de mantenimiento de las calles fragmentadas.
Los conductores de buses urbanos también se manifestaron, dicen que el mal estado de las vías genera un grave problema para prestar un buen servicio a los usuarios pues genera retrasos con el tiempo de llegada y además, en ocasiones, los prestadores del servicio se maltratan por los saltos que dan las busetas cuando esquivan un hueco. Esto significa un aumento en los costos de mantenimiento de los buses.
La paciencia de los conductores de la capital está tocando fondo y no es para menos, el mal estado de las vías les ocasiona muchos problemas.
“Además, ahora no sólo tenemos que correr con el gasto de la reparación de las llantas o de la suspensión del carro, sino que corremos peligro de ser atracados cada vez que cogemos uno de los huecos”, concluye Marcela Rendón, conductora y víctima de un atraco cuando se bajó a cambiar la llanta de su carro en la calle 41 con carrera 4F del barrio La Macarena parte baja.
INVERSIÓN
Según el secretario de Infraestructura de la ciudad, Jorge Alberto Pérez Díaz hay una licitación que está en proceso de contratación por un valor de mil 204 millones de pesos que incluye la recuperación de la malla vial de la ciudad.
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