Una de las muchas inquietudes generadas por la reelección de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos es la relacionada con los efectos de sus acciones sobre la crisis climática y las crisis relacionadas con la deforestación, la escasez de agua y la contaminación de aire, aguas y alimentos.

Todas las publicaciones acreditadas coinciden en ratificar que -si no se toman medidas inmediatas, de fondo y generalizadas- la humanidad camina hacia eventos catastróficos en un futuro cercano.

“Para comprender esta situación hay que saber que, después de haber “confesado” haber utilizado filtros prohibidos, Nestlé se comprometió ante el Estado a poner en marcha un “plan de transformación de sus fábricas”.

En columnas anteriores he citado acreditadas fuentes que confirman la contaminación de alimentos para bebés en Estados Unidos y las medidas tomadas para controlar el problema.

“La primera gran remoción de una represa en los EE.UU. fue de la presa Edwards en el río Kennebec en 1999. Construida en 1837, cuando la licencia del propietario expiró en 1997, la Comisión Federal Reguladora de Energía no la renovó.

En columnas anteriores he hecho referencia a las restricciones y prohibiciones que se han impuesto en diferentes países a las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), llamadas “contaminantes eternos” por su largo ciclo de existencia.

“Como presidente, Trump propuso un recorte presupuestario del 26% a la (reconocida) Agencia de Protección Ambiental (EPA) en 2020 y un recorte del 31% en 2019, ambos finalmente rechazados por el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes liderado por demócratas”.

Un reciente informe del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea (septiembre 7/2024) señaló: “El verano de 2024: el más caluroso registrado a nivel mundial y en Europa”.

Esperemos que esta ley lleve a reducir las amenazas sobre los líderes ambientales y además permita que la ciudadanía tenga un mayor acceso a la información relacionada.  

El deterioro de las fuentes de agua y los ecosistemas, asociada a la minería de carbón, no solo se registra en La Guajira. Es un problema nacional que se expande con el paso del tiempo y de los gobiernos.