A sus 83 años, la vida de Elicerio Hernández Ayala llegó a su fin tras ser pateado por un caballo, en zona rural de Puerto Wilches, Santander.

La agonía inició para don Elicerio el pasado jueves hacia las 5:00 de la tarde, cuando se encontraba en la finca La Esperanza, vereda Tierra Firme, y un equino llamado Chilango le propinó una patada en el abdomen. El dolor que le produjo el golpe era intenso, sin embargo, Hernández se acostó para reposar un poco y tratar de dormir.

Tras varias horas, hacia la medianoche, el campesino no soportó más el dolor y les pidió a sus familiares que lo llevaran a un centro asistencial.

Entonces comenzaron una travesía para llevarlo al centro médico del pueblo desde donde fue remitido al Hospital Universitario de Santander, en Bucaramanga.

El pronóstico no era alentador, la patada de Chilango le afectó el intestino y órganos vitales, motivo por el cual fue intervenido quirúrgicamente y llevado a una Unidad de Cuidados Intensivos donde, infortunadamente, falleció el fin de semana.

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