En el barrio Daniel Lemaitre, sector San Vicente de Paúl, Cartagena, Andrés Pino González fue asesinado el pasado viernes 20 de septiembre a manos de un sicario disfrazado de barrendero. El ataque ocurrió frente a su casa, mientras hablaba por videollamada con su madre, quien se encontraba en Denver, Estados Unidos. Durante la conversación, Andreina escuchó disparos y la desconexión repentina de la llamada confirmó lo peor.

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Según testigos y familiares, Andrés, un joven que rara vez salía de casa, pasó la mañana con su esposa e hija en una piscina inflable frente a su vivienda. Tras llevar a su hija al colegio, regresó a casa y se sentó en las escaleras de su terraza, momento en el cual el sicario se acercó y le disparó a quemarropa. El primer disparo impactó su rostro, seguido por tres más que alcanzaron su brazo y pecho.

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Aunque sus familiares lo trasladaron rápidamente a un centro médico, el joven de 26 años no sobrevivió al ataque. Andreina, devastada, viajó de inmediato a Colombia para reclamar el cuerpo de su hijo y declaró a medios locales que Andrés no tenía enemigos ni llevaba una vida conflictiva, lo que hace aún más dolorosa su pérdida.

Las autoridades están investigando los móviles del asesinato, mientras la familia exige justicia por la muerte de Andrés.