Lizeth Cárdenas, una joven de 23 años, ha logrado destacarse como una deportista profesional en el tejo, un deporte autóctono de Colombia. Su pasión por este deporte comenzó hace ocho años, después de haber intentado otras disciplinas como voleibol, fútbol y ajedrez sin encontrar su verdadera vocación. En 2017, a los 19 años, lanzó un tejo a la instancia reglamentaria de 29 metros y, tras solo dos meses de entrenamiento, se presentó a un chequeo con la selección Boyacá, iniciando su carrera profesional. 

En 2018 y 2019, Lizeth logró destacarse en campeonatos nacionales y ganó varias medallas. En 2011 fue seleccionada para integrar la selección mayor de la Liga de Boyacá, logrando obtener más de 30 medallas en competencias de todo el país. 

Todo su camino no ha sido fácil, pues enfrentó obstáculos como una dermatitis severa debido al contacto con la greda, el material del tejo, pero nunca permitió que eso la detuviera. Además en su municipio no existía un club o escuela para apoyarla, lo que la obligó a mudarse a otra ciudad para seguir adelante con su carrera. A pesar de estas dificultades, su amor por el tejo nunca se apagó. 

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A lo largo de su carrera, Lizeth ha tenido que enfrentar comentarios machistas, ya que muchas personas subestiman su capacidad por ser mujer. Sin embargo, ha demostrado que, aunque el tejo se percibe como un deporte de fuerza, en realidad es una disciplina que requiere pulso, precisión y mucha práctica. Su habilidad para competir al más alto nivel ha ayudado a abrir un camino para otras mujeres en el deporte. 

A pesar de sus logros, Lizeth considera que el tejo aún carece del apoyo institucional que merece. Agradece el respaldo de su familia, amigos y patrocinadores privados, pero insiste en que el Estado debe invertir más en este deporte.

Lizeth, que también estudia Derecho, sueña con que el tejo sea reconocido como un deporte profesional y que futuras generaciones tengan el apoyo necesario para alcanzar grandes logros.