La noche del miércoles, Miguel Ángel López, conocido en la región por ser el dueño de la funeraria San Miguel, se desplazaba en un vehículo de su empresa junto a su esposa, Zulay Durán Pacheco, y su bebé de seis meses. En el trayecto, fueron interceptados por hombres armados que abrieron fuego contra ellos, causando su muerte.

El hecho tuvo lugar en las cercanías de la vereda La Valera, una zona marcada por constantes ataques y la presencia de grupos armados ilegales como el ELN, disidencias de las Farc y otras organizaciones criminales. Este contexto dificultó la reacción inmediata de las autoridades, quienes temían una emboscada en el área.

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Ante esta situación, compañeros del gremio funerario de López acudieron al lugar para salvaguardar los cuerpos. Según allegados, la familia aún estaba celebrando el cumpleaños de Miguel Ángel, quien había nacido un 14 de enero. 

Las autoridades han iniciado investigaciones para esclarecer el hecho, mientras los habitantes de Tibú exigen justicia y mayores garantías de seguridad.

Dato: El menor que sobrevivió alcanzó a ocultarse tras el asiento de su mamá y esto lo protegió. Él mismo tuvo que llamar a unos familiares desde el celular de su padre para que lo ayudaran.