Vecinos del sector confían en finalización de los arreglos

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Frente a las quejas presentadas por el problema de movilidad en la vía del barrio los Mandarinos, donde vecinos del sector no tuvieron más remedio que tapar el enorme hueco que se había formado con sofás viejos y algunos escombros, evitando un accidente mayor, Acuambalá inició labores.

Días antes del 24 de diciembre arrancaron las excavaciones para retirar los escombros, al igual que el rompimiento de la calle para instalar los tubos de 20 pulgadas, que tengan la capacidad para soportar el flujo de agua de estos barrios.

El daño se incrementó hace más de un año debido a que el caudal aumentó, cuando se aprobaron las licitaciones para nuevas construcciones en los sectores de la parte alta. Por esta razón el alcantarillado colapsó, se empezó a corroer la calle, cayéndose a pedazos, ocasionando la generación de un hueco gigante poniendo en peligro la movilidad de transeúntes y vehículos.

Para el presidente de la asociación Acuambalá, Gustavo Gómez, la razón por la cual no empezaban los arreglos es porque no había respuesta por parte de la administración, puesto que el problema se generó debido a que el alcantarillado es compartido con los barrios El Mirador, Los Alpes parte alta, Los Ángeles, vereda China Alta y el sector de Los Mandarinos, ocasionando alteraciones y saturación de aguas.

También mencionó que se arreglarán 40 metros, pero por ahora serán 12, debido a la falta de recursos que tiene la asociación. Al igual que el proyecto se cumple gracias al apoyo de la constructora JF, que aportará el 50 por ciento, pues construirá mil casas en la parte de arriba y necesitarán alcantarillado. El otro 50 por ciento lo dará la asociación con ayuda de dineros de la Administración municipal (regalías). La obra se espera sea terminada el 10 de enero del próximo año.

De igual manera, Miguel Buitrago, afirma que este problema se ha incrementado muchísimo, puesto que las rutas de buses ya no quieren pasar y los taxistas ponen problema cuando les dicen que van para el barrio, “hace meses estamos luchando para que nos pongan cuidado y evitemos un problema mayor, pero gracias a Dios hoy es un hecho, la empresa inició labores y esperemos las terminen pronto”.

Reiteró que la situación pasó a convertirse en un problema ambiental, puesto que los roedores incrementaron al igual que los olores; se había vuelto un basurero donde la gente utilizaba sus escombros para tapar el enorme hueco.

Para este sector es muy gratificante que se haya iniciado las obras, pero sus habitantes esperan que la Secretaría de Infraestructura se encargue del reparcheo del sector afectado.

Credito
EL NUEVO DÍA

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