A partir del 6 de febrero, los lectores de El Colombiano tendrán en sus manos la nueva cara de este periódico antioqueño, para celebrar por lo alto el centenario de su existencia.

Este diario fue sometido a un rediseño con la intención de redimensionarse y así, atender las necesidades de los lectores y oxigenar con una imagen fresca y moderna.

Para encarar el futuro, El Colombiano, uno de los más antiguos e importantes medios del país, se puso en el trabajo de complacer a sus nuevos lectores, sin descuidar a quienes lo han acompañado durante estas décadas.

Para hacerlo, sin traicionar su esencia y sus 100 años de historia, ha adoptado un enfoque más actual, con una apuesta arriesgada y al mismo tiempo valiente, para convertirse en un diario vanguardista, funcional, informativo, innovador y entretenido.

Con algo de nervios y tensión, porque “no la estamos jugando toda”, el gerente de El Colombiano, Luis Miguel de Bedout, confesó que el rediseño “es la mejor manera de celebrar los 100 años al invertirle todo lo posible a la transformación del producto, adecuándolo al mundo contemporáneo”.

Recuerda que en otras oportunidades el periódico ha cambiado su forma, pero en esta ocasión, por ser una fecha especial, el diario sufrirá un giro casi dramático que no tiene otra intención que la de complacer a sus adeptos.

“Queremos entregarle a nuestras audiencias un periódico absolutamente moderno, contemporáneo, ajustado a los tiempos de hoy y a la realidad de los medios.

El cambio no es sólo en el formato, hay cosas de tipo cosmético que tiene que ver con el diseño y fundamentalmente en los modelos de contenido”, dijo de Bedout, quien anunció que hoy circulará el periódico con un cintillo especial para anunciarle a los lectores que esa será la última vez que verán así a El Colombiano.

Para festejar su primer siglo de vida, le han metido cabeza, pasión, corazón y dinero a la renovación. El periódico ha hecho inversiones cercanas a los 10 millones de dólares en los últimos dos años (especialmente en tecnología y estudio de mercado), para asumir con todas las herramientas los retos actuales y venideros.

Los premios
El 2 de enero de 1924 apareció en primera plana un aviso que decía así: “Hechos no palabras”, lo cual no es gratuito, demostrando los numerosos premios que su equipo periodístico ha obtenido como el premio Simón Bolívar, galardón obtenido en numerosas ocasiones y en diferentes categorías, premio Kodak Internacional a la mejor impresión en Color, Mercurio de Oro (otorgado por Fenalco) y una lista que no terminaría.

Esta trayectoria confirma con más intensidad que el diario antioqueño, El Colombiano no sólo está hecho de palabras, sino de hechos y hechos de cambio. La transformación no sólo se puede verificar en su infraestructura y parte técnica, también en los criterios informativos, siempre a la vanguardia de las necesidades de sus lectores, también en evolución como su diario.