PUBLICIDAD
Don José Vásquez es un hombre de 56 años, trabajador y entregado de lleno a su familia compuesta por su esposa, hija y una integrante peludita que es la consentida de todos: Estrella, una perrita de seis años que los ha acompañado de manera incondicional, solamente como el mejor amigo del hombre es capaz.
Cuando inició la pandemia, un duro golpe llegó a su hogar: don José quedó desempleado y en búsqueda de nuevas oportunidades para solventar los gastos. “Yo venía del grupo SaludCoop hasta Medimás y terminé desempleado, entonces opté por el domicilio”.
Por fortuna, dio con una empresa que apenas estaba surgiendo también en medio de la necesidad que trajo la pandemia y que se convirtió en una familia. Origen Pijao domicilios tiene su oficina en el centro comercial San Andresitos, y es dirigida por la señora Martha Cecilia Rodríguez, una estilista y cosmetóloga profesional con 35 años de experiencia que terminó liderando un grupo de personas que hacen domicilios por toda la ciudad.
Tanto don José como la señora Martha, hablaron en exlusiva con El Nuevo Día para dar a conocer esta tierna historia.
Don José empieza a hacer domicilios
La señora Martha, dueña de la empresa, contó que don José fue uno de los primeros en llegar a su nuevo negocio, que nació luego de que ella se viera en la obligación de cerrar su salón de belleza en el centro comercial San Roque, “un salón muy bonito, grande, mi esposo tenía un local de celulares, nos tocó cerrar ambos negocios por la pandemia y entregar los locales porque un señor compró los locales. Me traje mi salón para la casa, sigo ejerciendo porque me gusta, pero lo hago con menor frecuencia”.
Origen Pijao nació en 16 de junio del 2020, luego de que siete jóvenes llegaran hasta la casa de la señora Martha y le pidieran que los liderara en un nuevo negocio de domicilios en la ciudad, un emprendimiento al que don José llegó dos meses después.
Desde entonces, trabaja en el negocio que ya cuenta con una planta de personal de 10 domiciliarios, siendo don José el mayor de todos y el mejor ejemplo de compromiso, responsabilidad y trabajo duro. “José es un señor mayor, es de los más comprometidos, el primero en llegar y el último en irse a la plaza, todo se lo ha ganado a pulso por su trabajo, lo admiro y es el ejemplo de mis demás muchachos porque es callado, en su trabajo, tiene sus clientes”, explicó la señora Martha quien aclaró que la empresa tiene sus labores principales en la Plaza de la 21.
La fiel compañía
Estrella es, como su nombre lo dice, la “estrella” que ilumina a la familia de don José, y lleva alegría a su esposa e hija. Desde luego, los compromisos diarios de todos en el trabajo y colegio hacen que la perrita se deba quedar sola en las tardes, algo que a su amo no le gusta mucho. Por eso, un día don José le enseñó como subirse a su moto y desde entonces, lo acompaña en ocasiones a realizar los domicilios o diligencias en las tardes.
Cabe aclarar, que en la empresa el trabajo duro es desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la tarde, jornada en la que Estrella permanece en casa con su mamá humana. Ya en las tardes, los trabajadores tienen su propio tiempo en el que pueden realizar domicilios a iniciativa propia y, como el trabajo es suave, don José se lleva su compañía peluda incondicional.
“Es su adoración, es como una hija más”, dice la señora Martha, jefe de don José, que asegura no tener problema con que el trabajador lleve a su mascota, pues no interfiere con sus responsabilidades.
“Soy amante ferviente de los animales, de todos. Yo quisiera tener una finca para darles hogar a todos los animalitos que están en la calle y jamás rechazaría a mis muchachos porque lleven a sus mascotas en el momento de trabajar, con tal de que puedan trabajar tranquilos (…) yo no veo el tabú que tienen algunas empresas porque lo hay”, añade la dueña de Origen Pijao.
Estrella se sube adelante
Bien sentada y abrazada por su amo, Estrellita, como le dicen de cariño, se pasea feliz con su amo por las calles de Ibagué, acompañándolo en sus actividades por las tardes. La perrita se sienta en el tanque y don José la rodea con sus brazos para asegurarla bien. Eso sí, su dueño aclara que aquellas tardes cuando el trabajo es muy pesado o está lloviendo, la deja sana y salva en casa.
“A veces como ella queda solita, la saco. Ayer tenía dos domicilios y la lleve, en Interlaken. Es muy consentida, ella se queda sentada, se acomoda entre las piernas. Como compañera de trabajo es muy consentida, también la sacamos cuando voy con mi esposa y la llevamos en medio de los dos”, dice don José.
Vásquez añade que en el trabajo son muy respetuosos y que es muy cuidadoso eligiendo cuándo llevar a Estrellita con él, y cuando no. Por ahora, don José continúa con sus labores de domiciliario mientras disfruta de la compañía fiel que su mascota le brinda.
Comentarios